Para ir al infierno hay que trabajar

“Nos vemos en el infierno
Un buen lugar para conocernos
Un buen sitio para los pillos
Que vivieron su vida con el dedo en el gatillo (...)
Espero encontrarte buscando jaleo
La nariz sangrando y rodando por el suelo (...)
Nos vemos en el infierno
El mejor sitio para reparar motores
Y curar las heridas como buenos perdedores” (*)

No es nada nuevo: a lo largo de la historia (y mucho más en la actualidad) algunas personas han ido "descubriendo" el infierno como un lugar en el cual reinan las cosas "divertidas", las personas con más "marcha", los deseos inconfesables de nuestra vida y todo aquello que nos da placer.

Nada más lejos de la realidad. La Biblia nos enseña que en el infierno no hay ninguna cosa buena. NADA QUE DE FELICIDAD.

El infierno es la desintegración total de la persona sin final y sin posibilidad de recuperación.

El infierno es la frustración personificada, la ansiedad sin límites y el deseo imposible de satisfacer de encontrar significado en el futuro, o al menos escapar del presente. Quién cae en el infierno ha perdido por completo toda posibilidad de anhelar una espera o abrazar a alguien.

El que ha decidido (porque hay que tomar la decisión personal de no querer escuchar a Dios) vivir en las profundidades del mal, se encontrará para siempre perdido en el odio y el resentimiento. El infierno es (para que nos entendamos) la peor sensación que hemos tenido en nuestra vida, multiplicada hasta el infinito, y sin ninguna esperanza de cambio.

No es en absoluto "divertido" ir al infierno. Jamás.

No puedes argumentar incluso en cuanto a su no existencia: Te darás cuenta de que es un error tu argumento en el mismo momento que llegues allí. Tampoco tiene nada que ver con un Dios lleno de amor. La Justicia necesita ser cumplida, tú mismo lo demandas una y mil veces en tu vida cuando alguien te hace algo malo.

Lo que es curioso es el camino al infierno. La Biblia nos dice que "Todo lo que el pecado da como paga es la muerte, pero el regalo de Dios es la vida eterna" (**).

Escucha con atención: PARA IR AL INFIERNO HAY QUE TRABAJAR. Hay que decir no a Dios, hay que luchar toda la vida para tener lo que nos corresponde... Sin embargo, tener vida eterna (ir al cielo) ES UN REGALO. Dios no es injusto en absoluto, eres tú mismo/a quién decides.

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(*) “Pandilleros” del grupo “Dinamita pa los pollos”, el autor R. Mata...Producciones Twins SA. 1989
(**) Carta a los Romanos