Culpable de los amigos que tienes

Se cuenta que su segundo marido había recibido de ella un “Porsche”, un “Rolls Royce” y un yate entre otras cosas; y muchas otras personas habían aceptado regalos de la actriz, mientras ella terminó su vida completamente arruinada.

Es triste, pero cuando tenemos cosas y dinero, todos nos aprecian y están a nuestro lado. Cuando no tenemos nada, los “amigos” desaparecen.

En cierta manera, nosotros somos culpables por los “amigos” que tenemos. Si sospechamos que alguien está a nuestro lado no por nosotros mismos, sino por lo que tenemos o lo que podemos conseguir, más vale que no le demos nuestra confianza.

Tenemos que darle importancia a las cosas que la tienen, trabajar por la amistad, y ayudar a quienes tenemos cerca. Podemos tener todo (fama. dinero, poder, diversión, etc.) y perder lo más importante.

Hay gente que cree que son alguien y viven completamente solos. Hay gente que se aprovecha de los demás mientras puede, para abandonarlos cuando más necesitan su ayuda.

• No todo el que te dice que sí siempre, es tu amigo, y


• No todo el que te dice que no algunas veces, es tu enemigo.

Si no entiendes eso, corres el riesgo de perder a algunos de tus mejores amigos. Si no sabes que los que te dicen sí siempre, lo hacen algunas veces no con la mejor intención, vas a ser engañado/a en muchas ocasiones. El que te dice que si siempre, es porque busca algo. No te quiere a ti en primer lugar, sino lo que tú eres o tienes.

Un amigo que a veces dice no, vale su peso en oro. Te hace pensar, te ayuda a tomar tus propias decisiones y te enseña que uno no siempre tiene la razón. Si no comprendes lo que te estoy diciendo, puedes llegar a la conclusión de que todos son tus enemigos. Es más, incluso puedes pensar que Dios se vuelve tu enemigo cuando te dice “no” a algo que le has pedido.

Y no hay nada más importante en la vida que saber que Dios quiere ayudarte, comprender que El nunca te abandona aunque a veces tenga que decir “no”.

De esta manera llegarás a comprender lo que un sabio sintió hace muchos años “Dios bendecía mi casa con su íntima amistad”*

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* Job 29:4