No es malo estar un poco hartos

No creo que Joan haya renunciado de pronto a sus ideas sobre la lucha social. Más bien pienso que llega un momento en la vida en el que todas las personas tienen (tenemos) que parar y pensar un poco en lo que estamos haciendo.

Vivir la vida a toda velocidad, sin pensar ni por un momento en lo que estamos haciendo, no es la mejor manera de disfrutarla.

De vez en cuando necesitamos parar, pensar, ver nuestra vida desde otra perspectiva. El tiempo mejor empleado, es aquel en el que de vez en cuando examinamos nuestra vida, las cosas que hacemos, lo que tiene importancia y lo que no. Los momentos en los que pensamos que estamos perdiendo el tiempo en situaciones que no tienen trascendencia.

No tienes ninguna necesidad de vivir a toda velocidad, sin tiempo ni siquiera para saber lo que estás haciendo. ¿Sabes? El ser humano es el único que va más deprisa cuanto más perdido está, como si quisiera encontrar rápidamente una salida a su situación, sin darse cuenta que cuanto más corremos, menos tiempo tenemos para pensar dónde puede estar esa salida tan ansiada.

De vez en cuando no está mal sentirse un poco “hartos”. Creo que me entiendes.

De vez en cuando necesitamos estar solos, pensar, recordar lo que ha sido nuestra vida hasta ahora, lo que hicimos bien y aquello en lo que nos equivocamos. Necesitamos estar con nosotros mismos, pasar tiempo disfrutando de todo y planteándonos lo que estamos haciendo en la vida. En Semana Santa, en año nuevo, o en cualquier otro momento.

De vez en cuando necesitas encontrarte a ti mismo (¡Todos lo necesitamos!) y sobre todo disfrutar de la relación íntima con Dios, “que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe”