Todos los grandes maestros de la literatura universal han escrito millones de palabras para ilustrarnos sobre la estrecha relación que existe entre el amor y la muerte.
Desde los años previos y siguientes a la segunda guerra mundial, hasta su muerte en un estúpido accidente de carretera el 4 de enero de 1960, ni Francia ni el resto de Europa han tenido un filósofo tan honesto, tan brillante, tan humano, tan sabio como Alberto Camus, Premio Nobel de Literatura en 1958.
Camus, nacido en Argelia en 1913, contaba 29 años cuando en 1942 publicó en París EL MITO DE SÍSIFO. Uno de sus biógrafos, Olivier Todd, entiende que EL MITO DE SÍSIFO podría titularse EL HOMBRE ABSURDO. El absurdo, que se repite casi en cada página del libro, asoma desde su primer párrafo, donde se afirma que el problema filosófico realmente serio es el suicidio. Es preciso tener en cuenta que las obras donde Camus trata sobre el absurdo de la vida –EL MITO DE SÍSIFO, no es la única- pertenecen al período de rebelión y de compromiso con la resistencia frente a la invasión de Francia por Alemania. Ante las ruinas de una Europa que había perdido el amor a la vida, tal vez el absurdo consistía en subir y bajar montañas con un pesado fardo sobre los hombros en forma de castigo terrible, inútil y sin esperanza.
En este sentido puede que Sísifo, el dios de la mitología griega, fuera el primer ser en el mundo que concibió la existencia humana como un absurdo y diera la razón a Camus con siglos de anticipación.
Según Homero, Sísifo fue hijo de Eolo, dios de los vientos, y de Enarete. El propio Homero lo describe en la ILIADA como “el más astuto de los hombres que vivieron en la ciudad de Éfira”.
Una tradición muy fiable afirma que Sísifo fue el fundador de la antigua Corinto, recordada en el Nuevo Testamento por dos epístolas del apóstol Pablo. Allí reinó durante muchos años, pasando el gobierno de la ciudad a sus herederos de varias generaciones. Fue abuelo del gran Belerofonte, héroe corintio a quien el dios Palas, vástago de la última generación de los gigantes, regaló el caballo Pegaso. Belerofonte, montado en Pegaso, figura en muchas monedas antiguas.
No fue sólo Homero quien señaló los rasgos negativos de Sísifo. El historiador contemporáneo inglés Robin Hard, apoyando al gran poeta ciego, dice de Sísifo que “su astucia siguió siendo su rasgo definitorio a lo largo de toda la tradición posterior, en la que suele estar representado como un granuja atractivo”.
La astucia de Sísifo llegó a engañar al mismo rey de los infiernos. Antes de morir dijo a su esposa que no ofreciera por él el sacrificio habitual a los muertos, puesto que odiaba a la muerte y en una ocasión la encadenó con grilletes. Hay mujeres que obedecen más a sus deseos o caprichos que a las promesas hechas a los maridos muertos. Para algunas mujeres, su voluntad es su voluntad y nada más. Su corazón vence todas las contradicciones.
De esta talla demostró ser la mujer de Sísifo. Olvidando lo prometido, festejó con sacrificios rituales la muerte del esposo. Por lo que se deduce de cuanto sigue, aquellos dioses mitológicos que caían con cuerpo y alma al infierno seguían estando al tanto de lo que ocurría en el mundo de los vivos, como en la parábola o hecho real que cuenta Lucas en el capítulo 16 de su Evangelio.
Sísifo era más astuto que el rico ardiendo en llamas. Este no logró salir del lugar de tormento ni tampoco convenció a Abraham para que enviara a sus hermanos recados sobre la realidad del fuego.
Sísifo, haciendo gala de su pícara zorrería logra convencer a Hades para que le permita volver al mundo superior y castigar el incumplimiento de su esposa. Le asegura que en cuanto cumpla su venganza, regresaría al lugar de los muertos. Por muy difícil que parezca conmover el corazón del rey del mal, Sísifo lo logró. Hades le abre las puertas de separación, y el dios granuja se instala de nuevo en Corinto, donde estaba su reino. Sentencia a la esposa incumplidora, pero no regresa al lugar de los muertos. Vive alegremente varios años entre los vivos. Hades, furioso, pide ayude a Hermes, dios griego notable por su extraordinaria sabiduría. Que sí, que no, que ahora, que más tarde, Sísifo el astuto fue vencido por Hermes el sabio y el fundador de Corinto fue devuelto al lugar de donde salió con engaño.
Es aquí donde Hades, vengativo, lo somete a un castigo que constituye el episodio más conocido en la vida de Sísifo. Es condenado a llevar rodando una enorme piedra hasta lo alto de una montaña sin posibilidades de descanso. Cuando está a punto de alcanzar la cumbre, la piedra vuelve rodando hasta el pie de la montaña. Y el dios castigado debe repetir una vez y otra vez la misma operación, hasta el agotamiento. A Camus, “este universo en adelante sin dueño no le parece estéril ni fútil. Cada uno de los granos de esa piedra, cada fragmento mineral de esa montaña llena de noche, forma por sí solo un mundo. La lucha por llegar a las cumbres basta para llenar un corazón de hombre. Hay que imaginarse a Sísifo feliz”.
En la mentalidad griega Tánato (muerte) y su hermano Hipno (sueño), estaban muy asociados, ya fuera como personificaciones o sólo como conceptos. La TEOGONIA de Hesíodo señala que tenían casas vecinas en un lugar oscuro y lóbrego en los confines de la tierra, cerca de su hermana la noche. En la mitología, Tánato no tiene un papel protagonista, ya que era Hermes el encargado de conducir a los muertos al mundo infernal, como hizo con Sísifo.
Según la leyenda, Zeus, fuertemente enfadado con Sísifo, manda a Tánato para que lo llevara al mundo subterráneo. Pero el astuto Sísifo se las ingenia para encadenar a Tánato, de modo que nadie muere durante un tiempo de años hasta que Ares logra liberar a Tánato y entrega a Sísifo a su poder, algo parecido al encadenamiento del diablo durante mil años según el capítulo 20 de Apocalipsis.
Tánato, Heros, Cupido, la muerte y el amor. Todos los grandes maestros de la literatura universal han escrito millones de palabras para ilustrarnos sobre la estrecha relación que existe entre el amor y la muerte. El poeta francés Henri Lacordaire dijo que el amor está por encima de la muerte, como el cielo sobre el océano. No se equivocó. El amor, según el sabio Salomón, es fuerte como la muerte. Más fuerte aun. Cuando la muerte haya exterminado al último ser en la tierra, más allá de la tierra, del mundo y de la carne, el amor continuará existiendo, porque amor es el corazón de Dios latiendo eternamente en las alturas.
Una coplilla andaluza que se canta por esas tierras dice con humor, pero también con filosofía:
Diez años después de muerto
y de gusanos roío,
letreros tendrán mis huesos,
diciendo que te he querío.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o