A imagen y semejanza de Dios

Anthony Nesti (Surinam) fue el primer nadador de raza negra que ganó una medalla de oro en unos juegos olímpicos. Ocurrió en Seúl 1988, y la prueba que ganó fueron los 100 m mariposa. Fue una sorpresa para todos, porque los “estudiosos" de la natación habían anunciado que los negros no servían para las pruebas: "flotan menos y se enfrían antes en el agua" ¿? Si somos justos tenemos que decir que los atletas de raza negra dominan prácticamente todos los deportes en los que participan.

Desgraciadamente, a lo largo de la historia, muchas personas se han sentido menospreciadas por el color de su piel. Muchos se han creído superiores a otros en base a no sé que ideas, pero ha bastado que todos tuvieran las mismas oportunidades, para desterrar para siempre esa idea de superioridad

Dios hizo a los hombres y mujeres a su imagen y semejanza, y la imagen y semejanza de Dios está en todas las razas de la humanidad. No hay base histórica, antropológica, social, o bíblica, para sostener que alguna raza sea superior a otra. Dios ha tenido siempre en su "equipo" personas de todas las razas, como lo demuestra que ya en los primeros años del cristianismo, algunos de los líderes más prominentes de la iglesia fuesen de raza negra; y el libro de los Hechos lo menciona para que no tengamos ninguna duda.

La Biblia entera habla en contra de menospreciar a otras personas por alguna razón, ¡mucho menos por su raza! Cuando el Señor Jesús nació, lo hizo en un pueblo escogido por Dios que se encuentra situado (más o menos) en una posición central del mundo. Los habitantes de esa nación, por su color, no son blancos ni negros, ni amarillos ni cobrizos sino que en cierta manera, tienen algo de todos. Dios mismo escogió nacer como hombre en un lugar que no excluyese a ninguna raza, el único lugar en el que el color de la piel es un punto intermedio entre todos los habitantes de la tierra. De esta manera, nadie puede decir que el Señor Jesús era blanco, negro o amarillo sino que es parte de todos.

Si es cierto que nunca debemos menospreciar a nadie, también es cierto que no debemos dar importancia a quien nos menosprecia a nosotros. Como hemos leído en el texto de hoy, es mejor guardar silencio y esperar en Dios y Él se encargará de traer a la luz  la verdad... porque El ama a todos y defiende a los que son menospreciados.

Él dio su vida por todos, independientemente de su raza, situación social o condición. El nos ama a todos sin excepción.