¿Cómo deberían responder los cristianos a la celebración de Halloween?
Halloween (Víspera de la Festividad de Todos los Santos). Época del año cuando el aire es más fresco, los días son más cortos y, para muchos jóvenes americanos, crece el entusiasmo en anticipación al día festivo más espeluznante del año. Los comercios también se regocijan mientras esperan recibir un promedio de 41.77 dólares por hogar en concepto de decoraciones, disfraces, dulces y tarjetas. Este año ganarán aproximadamente 330 millones de dólares con Halloween.
Con seguridad, los comerciantes no esperan obtener 41.77 dólares por hogar en el mercado cristiano. Muchos cristianos rehúsan participar en Halloween. Algunos son cautelosos de sus orígenes paganos, otros de sus imágenes morbosas, oscuras. Otros se preocupan por la seguridad de sus hijos. Pero otros eligen participar de las festividades, ya sea en la escuela, el vecindario o la alternativa de la festividad en la iglesia.
La pregunta es: ¿cómo deberían responder los cristianos a Halloween? ¿Es irresponsable que los padres permitan a sus hijos ir por dulces? ¿Exageran los cristianos que se rehúsan a participar en cualquier celebración en esta época del año?
EL ORIGEN PAGANO DE HALLOWEEN
El nombre “Halloween” viene de la celebración del Día de Todos los Santos en los comienzos de la iglesia cristiana; un día establecido para el recuerdo solemne de los mártires. En el idioma inglés, “All Hallows Eve”, Víspera de la Festividad de Todos los Santos, que eventualmente se convirtió en “Halloween”.
A medida que el cristianismo se movió por Europa, se enfrentó con culturas paganas y confrontó costumbres establecidas. Las festividades y festivales paganos estaban tan arraigados que los nuevos conversos se encontraron con un obstáculo para su fe. Usualmente, la iglesia organizada ponía una festividad cristiana en el calendario que desafiaría directamente una festividad pagana. El propósito era rebatir las influencias paganas y proveer una alternativa cristiana. Pero generalmente, la iglesia sólo lograba “cristianizar” un ritual pagano. El ritual seguía siendo pagano pero mezclado con un simbolismo cristiano. Éso sucedió con el día de Víspera de la Festividad de Todos los Santos: era la alternativa original de Halloween.
Los pueblos celtas de Europa y Britania eran druidas paganos cuyas mayores celebraciones estaban marcadas por las estaciones. Al final del año, en Europa del norte, la gente se preparaba para asegurar la supervivencia durante el invierno cosechando los frutos, seleccionando el ganado y matando a los animales que no sobrevivirían. La vida era más lenta a medida que el invierno traía su oscuridad. Días más cortos y noches más largas. La tierra no se explotaba y se secaba. Las imágenes de la muerte, simbolizada por esqueletos y el color negro son aún prominentes en la celebración de Halloween en nuestros días.
El festival pagano Samhain celebraba el final de la cosecha, la muerte y el comienzo del invierno durante 3 días, desde el 31 de octubre al 2 de noviembre. Los celtas creían que la cortina que dividía la vida de la muerte se levantaba durante Samhain para permitir a los espíritus de los muertos caminar entre los vivos, como fantasmas acechando la tierra.
Algunos se involucraban en prácticas de ocultismo como la adivinación y la comunicación con los muertos. Buscaban espíritus “divinos” (demonios) y los espíritus de sus ancestros para saber sobre el clima para el año siguiente, qué esperar de la cosecha y aún sus perspectivas románticas. Era una de las prácticas paganas utilizada para adivinar las “bendiciones” del mundo espiritual en el romance de una pareja.
Para otros, el enfocarse en la muerte, el ocultismo, la adivinación y el pensamiento de espíritus regresando para acosar a los vivos, estimuló supersticiones y miedos ignorantes. Creían que los espíritus estaban en la tierra hasta que fueran expulsados de manera adecuada con posesiones, comida y bebida. Los espíritus que no fueran tratados como era debido, les harían un “truco” o travesura a aquellos que no los habían atendido.
Se creía que los espíritus asumían apariencias grotescas. Algunas tradiciones creían que llevar un traje parecido a un espíritu engañaría a los espíritus errantes. Otros creían que los espíritus podían ser rechazados tallando una cara grotesca en una calabaza o la raíz de un vegetal (los escoceses usaban nabos) y poniendo una vela en su interior.
Dentro de ese mundo supersticioso y pagano, Dios, en Su misericordia, trajo la luz del Evangelio. Los cristianos recién convertidos se armaron con la verdad y ya no temían el acecho de los espíritus de los difuntos que regresaban a la tierra. De hecho, denunciaron su espiritismo pagano anterior de acuerdo con Deuteronomio 18:10-13:
Que no haya entre vosotros quien inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni quien practique la adivinación, el sortilegio, la brujería o la hechicería; que nadie haga conjuros, consulte a espíritus y espectros, o evoque a los muertos. El Señor detesta a quienes practican estas artes. Precisamente por estas costumbres abominables, el Señor tu Dios expulsa de tu presencia a esas naciones. Sé completamente fiel al Señor tu Dios"
Sin embargo, para los cristianos convertidos era difícil de soportar la influencia familiar y cultural; se sintieron tentados a unirse a las fiestas paganas, especialmente Samhain. El Papa Gregorio IV reaccionó al desafío pagano transportando la celebración del Día de Todos los Santos en el siglo IX. La estableció en el 1 de noviembre, justo en el centro de Samhain.
Con el paso de los siglos, ambas celebraciones se mezclaron. Por un lado, las supersticiones paganas dieron paso a supersticiones “cristianizadas” y proveyeron más alimento para el miedo. La gente empezó a entender que los espíritus ancestrales paganos eran demonios y que los adivinos estaban practicando la brujería y la necromancia. Por otro lado, el tiempo del festival proveía una mayor oportunidad para la juerga. “Trick-or-treat” se convirtió en un tiempo en el cual las bandas de jóvenes vándalos iban de casa en casa recolectando alimentos y bebidas para sus fiestas. Los dueños de casa tacaños corrían el riesgo de ser víctimas en su propiedad de un truco de jóvenes ebrios.
Halloween no se convirtió en una fiesta estadounidense hasta que llegó la inmigración de las clases trabajadoras de las Islas Británicas a final del siglo XIX. Mientras que los primeros inmigrantes pueden haber creído las tradiciones supersticiosas, era el travieso aspecto de la fiesta que atrajo a los jóvenes estadounidenses. Las generaciones más jóvenes tomaron o adaptaron muchas costumbres sin hacer referencia a sus orígenes paganos.
Hollywood ha sumado a la “diversión” una amplia variedad de personajes de ficción - demonios, monstruos, vampiros, hombres lobo, momias y los psicópatas. Ciertamente no mejora la mente americana, pero con seguridad alguien está haciendo mucho dinero.
RESPUESTA A HALLOWEEN
Hoy en día, Halloween es casi exclusivamente una fiesta secular Estados Unidos, pero muchos de los que celebran no tienen idea de su origen religioso o herencia pagana. Eso no quiere decir que la festividad se haya convertido en más sana. Los niños se visten con trajes divertidos, andan por el barrio en busca de dulces y se cuentan historias de fantasmas; pero los adultos a menudo se involucran en actos vergonzosos de embriaguez y libertinaje.
Entonces, ¿cómo deberían responder los cristianos?
En primer lugar, los cristianos no deberían responder a Halloween como paganos supersticiosos. Los paganos son supersticiosos; los cristianos son iluminados por la verdad de la Palabra de Dios. Los malos espíritus no están más activos y siniestros en Halloween que en cualquier otro día del año; de hecho, cualquier día es un buen día para que Satanás merodee buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8). Sin embargo, “mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Dios ha “despojado a los principados y a las potestades” para siempre a través de la cruz de Cristo y “los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos por medio de [Cristo]” (Colosenses 2:15).
En segundo lugar, los cristianos deben responder a Halloween con sabiduría siendo precavidos. Algunas personas temen la actividad de los satanistas y brujas paganas, pero en realidad los incidentes satánicos asociados con la delincuencia son muy bajos. La verdadera amenaza en el día de Halloween son los problemas sociales que surgen de la conducta pecaminosa - por conducir ebrio, los bromistas y los vándalos, y los niños sin supervisión.
Al igual que cualquier otro día del año, los cristianos deben tener cuidado como sabios mayordomos de sus posesiones y como protectores de sus familias. Los jóvenes cristianos deberían permanecer alejados de las fiestas seculares de Halloween ya que son caldo de cultivo para problemas. Los padres cristianos pueden proteger a sus hijos manteniéndolos bien supervisados y restringiendo el consumo de los dulces recibidos a los de fuentes confiables.
En tercer lugar, los cristianos deberían responder a Halloween con la compasión del Evangelio. Los incrédulos, el mundo que rechaza a Cristo, viven en perpetuo temor de la muerte. No se trata sólo de la experiencia de la muerte, sino más bien lo que la Biblia llama “una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios” (Hebreos 10:27). Brujas, fantasmas y espíritus malignos no son aterradores; pero la ira de Dios desatada sobre el pecador no perdonado, eso sí que es verdaderamente aterrador.
Los cristianos deberían utilizar Halloween y todo lo que trae a la imaginación - imaginería de la muerte, superstición, las expresiones de rebeldía libertinas- como una oportunidad para dialogar con el mundo incrédulo acerca del evangelio de Jesucristo. Dios ha dado a todos una conciencia que responde a su verdad (Romanos 2:14-16); y la conciencia es el aliado de los cristianos en la tarea de evangelización. Los cristianos deberían tomarse el tiempo para informar a las conciencias de los amigos y familiares con La verdad bíblica respecto a Dios, la Biblia, el pecado, Cristo, el juicio futuro y la esperanza de vida eterna en Cristo Jesús para el pecador arrepentido.
Los cristianos participarán de Halloween de varias maneras distintas. Algunos adoptarán una política de “no participación”. Como padres cristianos, no quieren que sus hijos participen en actividades espiritualmente comprometedoras, escuchando historias de fantasmas y coloreando dibujos de brujas. Ellos no quieren que sus hijos se disfracen para ir por dulces o que incluso asistan a otras alternativas de Halloween.
Naturalmente, esa respuesta levanta las cejas y ofrece una buena oportunidad para compartir el evangelio con los que preguntan. También es importante que los padres expliquen su posición a sus hijos y los prepararen para hacer frente a la burla o el ridículo de sus compañeros y la desaprobación o el desprecio de sus maestros.
Otros cristianos optarán por alternativas de Halloween llamadas “Festival de la cosecha” o “Fiesta de la Reforma” - los niños se visten como campesinos, personajes de la Biblia o héroes de la Reforma. Es irónico cuando se considera el comienzo de Halloween como una alternativa, pero puede ser un medio eficaz de llegar a las familias del barrio con el evangelio. Algunas iglesias salen del edificio de la misma y realizan obras de misericordia en su comunidad, llevando a las familias necesitadas canastas de comida, tarjetas de regalo y el mensaje del evangelio.
Esas son buenas alternativas, hay otras que no lo son tanto. Algunas iglesias están usando el evangelismo “Hell House” (Casa del Infierno) para impresionar a los jóvenes; y los asustan para convertirlos en cristianos. Ellos llevan a las personas a través de salas -como las de las casas encantadas- y ponen el pecado en la pantalla - mujeres sometiéndose a abortos, la gente sacrificada en un ritual satánico, las consecuencias de las relaciones sexuales prematrimoniales, los peligros de las fiestas rave, la posesión demoníaca y otras tragedias.
Éste es el problema con la llamada evangelización “Hell House”: para conmocionar a una cultura que no se impresiona, usted tiene que ser bastante gráfico. Exhibiciones gráficas del pecado y sus consecuencias no son necesarias – la mente incrédula ya está llena de ese tipo de imágenes. Lo que necesitan ver es una vida verdaderamente transformada por el poder de Dios; y lo que necesitan oír es la verdad de Dios en una precisa presentación del Evangelio. Las artimañas baratas no son dignas de los embajadores de Cristo.
Hay otra opción disponible para los cristianos: participación limitada, sin concesiones, en Halloween. No hay nada inherentemente malo en los dulces, los disfraces o en ir por ellos por el barrio. De hecho, puede proporcionar una oportunidad única para el Evangelio con sus vecinos. Incluso repartir caramelos a los niños del barrio - siempre y cuando usted no sea tacaño - puede mejorar su reputación entre los niños. Mientras que los trajes sean inocentes y que el comportamiento no deshonre a Cristo, puede ser usado para favorecer los intereses del Evangelio.
En última instancia, la participación de los cristianos en Halloween es una cuestión de conciencia delante de Dios. Sea cual fuere el nivel de participación que usted elija, debe honrar a Dios manteniéndose separado del mundo y mostrando misericordia a los están perdidos. Esta fecha ofrece al cristiano la oportunidad de lograr ambas cosas en el evangelio de Jesucristo. Es un mensaje que es santo, apartado del mundo; es un mensaje que es la misericordia de un Dios que perdona. ¿Qué mejor momento del año para compartir tal mensaje que Halloween?
Travis Allen
Director del ministerio de Internet Gracia a Vosotros. Puede acceder a la versión original del artículo aquí.
© 2011 Gracia a Vosotros. Editado por Protestante Digital.
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