Algeciras: escuelas e iglesias protestantes en el XIX

Los sueños de una iglesia reformada hechos realidad –dice Francisco Serrano, al que seguimos, fue iniciado en el mes de noviembre de 1873 y confiado a Mr. James Pizzey, como misionero, y a su esposa como maestra de escuela. No era la primera vez que pisaba Algeciras, Pizzey, pues en su juventud había recorrido sus calles que ahora en nada se parecían a lo que recordaba de aquellos años. El pueblo había cambiado sus costumbres y en el plano religioso parecía haber cambiado más, pues la gente no asistía a las misas y cuando antes se enorgullecían  de tener muchos curas y frailes ahora no había ninguno residente. Ahora venían a decir las misas los curas de Gibraltar. Decía Pizzey al respecto, algo muy interesante para el análisis religioso de entonces:

“Actualmente la gente está en una situación de transición entre libertad y servidumbre, lo que siempre resulta de lo más peligroso, pues mientras ven lo malo de lo uno, no tienen clara concepción de lo otro, por lo que, invariablemente, van de un extremo a otro”

Pizzey comenzó a evangelizar en Algeciras, abriendo escuelas y visitando también otros pueblos como San Roque, Los Barrios, La Línea, Palmones y Campamento. Aunque había cultos semanales y escuelas, la misión se cerró poco tiempo después. La razón la expresaba así el Report of the spanish evangelization: “La Misión de Algeciras nos vimos obligados a cerrarla por un tiempo a causa de la insatisfactoria conducta del último misionero que ha estado allí.”

Este punto de misión se continuó en Algeciras, cuyo evangelista, fue el  Sr. W. Spriggs Smith. Este misionero no era un desconocido en España pues de pequeño ya había estudiado en una escuela de Ávila y por tanto conocía bien a los españoles. Se había preparado para esta labor con el experto controversista Dr. McCarthy, en Dublín y apoyado por la Irish Chruch Mission. Pronto se granjeó la simpatía y el respeto de la gente, tanto de jóvenes como de mayores a pesar de la feroz oposición de los curas,  especialmente después de haber publicado una hojita sobre el culto de la Virgen. Antes había publicado un folleto sobre la necesidad de las Escrituras para los laicos y también había publicado una hoja titulada “El día de difuntos” en la que trataba el dogma del Purgatorio.

Esta hoja sobre el culto a la Virgen revolucionó no solo al párroco, padre Orduña, sino que organizó unos solemnes cultos en honor de la Virgen, “con el objeto de impetrar su venganza sobre el demonio del misionero protestante, que estaba llenando la ciudad con su detestable doctrina”. En realidad la hojita contradecía lo que había publicado el padre Cayetano, de Cádiz,  en un folleto titulado “María vindicada de los insultos protestantes⁽ⁱ⁾ ”. El mismo Sr. Smith estaba dispuesto a un debate, retando al cura de Algeciras a que defendiera con sus argumentos el dogma. Copia de esta carta fue enviada por el Sr. Smith al obispo de Cádiz y también al padre Cayetano.

En realidad la publicación de folletos contra los protestantes habían alcanzado una inusitada virulencia en los escritos del padre Cayetano que desde Cádiz llegaban a las manos de Menéndez Pelayo que usó en su “Heterodoxos españoles”. A los folletos de carácter general contra los protestantes,  La Biblia en manos de los protestantes., folleto católico del Padre Cayetano para instrucción del pueblo, Cádiz, Imprenta Ibérica, 1871 y María vindicada de los insultos de los protestantes, había que añadir los que concernía a los protestantes que trabajaban en la provincia de Cádiz: Epistolario del Padre Cayetano, colección de sus once cartas a los Protestantes de la Iglesia Evangélica establecida en esta ciudad de Cádiz, Cádiz, Imprenta Ibérica, 1871; y Cartas del Padre Cayetano al Protestante Escudero, Cádiz, Imprenta de la revista Médica, 1872.

En resultado de esta triple carta del Sr. Smith fue la callada por respuesta. Sin embargo la congregación de Mr. Smith estaba bien formada y muy animada. En una visita de Mr. Binion a esta congregación decía: 

“El culto de la noche superó toda expectación, porque los locales de las clases no solamente estaban llenos de personas, sino que hubo que abrir las puertas y hacer ver a la gente que estaba fuera que no había sitio para ella. Yo leí el Oficio Vespertino y escogí para la segunda lectura Hechos 27. El Sr. Smith predicó -haciendo claras e interesantes preguntas- sobre las palabras de Mateo 16:16”

Y sobre este encuentro dirá Smith:

El único compañero-obrero que tuvo el valor suficiente para venir a la inauguración, fue el Sr. S. A. Binion, evangelista de Puerto de Santa María, un hermano cristiano hebreo, y él amablemente me ayudó leyendo una de las lecciones ⁽ⁱⁱ⁾ . 

Una vez iniciada la evangelización en Algeciras, Mr. Smith había conseguido crear una escuela con una asistencia diaria de cincuenta niños. Estaba ayudado por los maestros señores Ruiz y Ortega. Además estableció clases nocturnas para jóvenes y adultos y también daba clases de estudio bíblico. Hasta consiguió cincuenta subscripciones a “El Cristiano”. Desempeñó Smith una desbordante actividad visitando a los creyentes a los que le leía alguna porción, hablando con los tenderos y vendiendo tratados y biblias. Estaba convencido y así lo expresaba en ocasiones que si se sembraba a voleo la Biblia, ella produciría el fruto de restauración e instrucción. Aunque llegó a tener cerca de 100 niños y algunas menos niñas, la escuela la tuvo que cerrar por no tener maestras adecuadas para las niñas.

Visitó también las ciudades cercanas realizando trabajos de colportorado y evangelístico. En Tarifa predicaría invitado por un Sr. Turgills. Un sastre de Ceuta también le invitaría a predicar ya que había personas que deseaban la visita de un predicador evangélico. Recibiría apoyo y ayuda por el Vicecónsul de Algeciras Sr. Gordon y el reverendo Addison y el capitán  Clarke de Gibraltar. El Rev. H. H. Richmond, ministro metodista en Gibraltar, cuando visitó sus escuelas el 27 de abril de 1876 dijo;

“Hace poco tiempo hice una visita a Algeciras y fue interesante lo que vi y escuché acerca de su Misión allí. Lo que me causó mayor impresión y complacencia fue la mantenida asistencia de niños de buena condición y el imparcial respeto por la escuela diaria… Estando en la posada a la espera de poder alquilar un guía y una cabalgadura, entré en conversación con una mujer acerca de su hijo, un ya medio hombre. Me dijo que él había estado en la Escuela Protestante y recalcó, significativamente, que había sido en la única escuela en que había recibido educación”

Vendría a empañar esta alegría en la congregación de Algeciras la enfermedad de la esposa del misionero Sr. Smith, viéndose precisada de marchar con su hija a Inglaterra, presagiando que Smith tendría que volverse también con ella. A finales de 1876, lo que ocurrió fue la llegada a Algeciras del Sr. Joaquín Domínguez y la marcha de Mr. Spriggs-Smith para Málaga para hacerse cargo de algunos protestantes allí. Al lado de Joaquín Domínguez estaba su hermana Reyes Domínguez.

El laico Domínguez había sido formado por el Rev. Dr. Boultbee en el London College of Divinity y su hermana Reyes en la Institution of the Home and Colonial Scool Society, con el consejo apreciable del Rev. Canon Addison de Gibraltar y del coronel Gordon, vicecónsul británico que habían cuidado esta misión de Algeciras.

El capellán ingles en Lisboa Rev. J. Godfrey P.Pope en 1877 visitó varias congregaciones entre ellas la de Algeciras. Decía de las escuelas. “Cerca de 70 niños asisten a la escuela diaria y unos 30 hombres y muchachos a la escuela nocturna”. Sobre el culto decía: El domingo asistimos a un culto vespertino, dirigido por el Sr. Domínguez. Como él está pendiente de ser ordenado, yo, después del oficio, administré la Cena del Señor a 14 españoles” y añadía: “la misión estaba supervisada por un oficial británico en Gibraltar, el cual tiene alí plaza de capellán y  quien amablemente ayuda en la Obra.”

La estancia de Joaquín Domínguez en Algeciras no fue muy larga, aunque hizo su trabajo en los cortijos y pequeños caseríos circundantes llevando la Palabra. En 1877, en noviembre, la Sociedad de Ayuda se vio obligada a reducir gastos del misionero y otras personas de la ciudad. El informe de Domínguez es demoledor y emotivo:

“Cuando dejé la Casa-Misión, toda mi pequeña congregación vino a decirme “adiós”. Las madres de los niños mostraban su gran pesar  y, cuando nos dábamos un apretón de manos, muchas de ellas lo hacían llorando. Todas estaban verdaderamente apenadas. Las gentes de Gibraltar que se han interesado tanto por esta misión están en extremo tristes, pues saben que estos pobres niños volverán ahora a las escuelas de los curas quienes intentarán volverlos al papismo ya que no tienen otra oportunidad de ser educados de otra manera.”

El Sr. Domínguez después de despedirse de los pueblos cercanos y hermanos con los que seguiría teniendo contacto y enviando a Algeciras los 50 ejemplares de “El Cristiano”. Sin embargo ya no se volvió a establecer misión de la IEE en Algeciras. 

--------------------------------------

⁽ⁱ⁾ María, vindicada de los insultos protestantes: opúsculo por el p. Cayetano en el que se refutan las blasfemias de los cuadernos Tratados evangélicos, no. 4 y La Virgen María y los protestantes publicados en Madrid en 1870 Cayetano (padre.) Editor Federico Joly y Velasco, 1871

⁽ⁱⁱ⁾ Evangelical Christendom, Christian Work, And The News Of The Churches.  Publicado en 1875