Manías

Estas son mis manías. El que esté libre de ellas... que tire la primera piedra. Por cierto ¿cuáles son las suyas?

Usted sabe que en los últimos meses algunos han optado por agredir, insultar, abofetear, y torturar a presos, mendigos, gente pacífica, compañeros de clase indefensos... Además hacen fotos y lo graban.¡Para que conste! Estos grupos son solidarios en coleccionar y compartir maldades. Es la manía de los “valientes”. No esconden el pecado sino que presumen de él. Disfrutan viendo el daño una y otra vez. Me temo que estos caprichos no son pasajeros, ni nuevos.

Como digo, los cobardes que hacen esto, se tienen por valientes porque fundan jaurías para meter el miedo en las entrañas. Habría que pillar a uno a solas para medirle el nivel de gallardía. No lo haga. Por razones humanitarias se vería obligado a cambiarle los calzones y limpiarle los mocos. Nada agradable.

Esos necios jamás se atreverían a meterse con gente de alta escala, entre otros motivos porque los pueden dejar sin dientes. Los presos, los niños, y los pobres no tienen siquiera un perrito que les ladre en esos momentos de indefensión. Atacar al más débil, he ahí su meta.

Por este tipo de daño, la ley obliga a pagar cincuenta euros. Total, nada, para el divertimento y el morbo que produce.

Grabar, también graban las cámaras de los bancos, la de las empresas, las de tráfico, las de algunos vecinos aburridos que las colocan en sus balcones... Pero por encima de todas ellas está EL OJO QUE TODO LO VE. El ojo de Dios que todo examina y escanea. Él guarda sus grabaciones y hace justicia. Cuestión de tiempo.