El dolor

Es inútil rebelarse contra el dolor. Lo llevamos pegado a la piel, hundido en el corazón, como un manantial que no se agota nunca.

ENFOQUE AUTOR Juan Antonio Monroy 21 DE AGOSTO DE 2013 22:00 h

Un proverbio oriental dice que no hay hombre sin dolor. Y si hay uno, ése no es hombre.

Estar siempre sano y pasar toda la vida, de la cuna a la tumba, sin que el dolor humille el cuerpo y muerda el alma, es totalmente imposible. Hasta la rosa es el símbolo del dolor, porque está teñida con la sangre de Venus.

Es inútil rebelarse contra el dolor. Lo llevamos pegado a la piel, hundido en el corazón, como un manantial que no se agota nunca. Estamos organizados para el dolor.

Pero cuando nos toca a uno de nosotros nos sorprende. La primera reacción es decir “¿por qué a mí?”, frase que muestra el egoísmo del corazón humano; porque al decir por qué a mí estamos diciendo por qué no a otro.

El dolor nos vuelve sumisos, como un niño pequeño.

¡Cuidado! No interroguemos a Dios cuando el dolor nos azota. Ni nos quejemos contra Él. El dolor es tan natural como la alegría. Si tuviéramos la garantía de que al convertirnos dejaríamos de padecer dolores, tendríamos cada domingo cola de hombres y mujeres en el local de la Iglesia.

Los creyentes no estamos libres del dolor, ni del sufrimiento, ni de las enfermedades, como tampoco estamos libres de la muerte. Pocas personas tan creyentes, tan cerca de Dios como Adán y Eva. Y ambos padecieron los azotes del dolor.

El dolor no es más que la consecuencia de estar vivos. Quienes yacen bajo tierra o encerrados en nichos no sufren dolores.

Moisés dice que Dios nos hizo a Su imagen y semejanza. Este privilegio lo viviremos en la eternidad. San Pablo aclara que aquí, en la tierra, tenemos la imagen del terrenal, la imagen de Adán. Y la imagen del terrenal es la imagen del dolor, del sufrimiento. Hemos nacido de la carne y carne somos, agrega el apóstol. Los ángeles no padecen dolores. Nosotros sí.

Todo cuando intento decir es que nunca culpemos a Dios por los dolores del cuerpo. Sufrir es tan natural como gozar. Pero los cristianos tenemos este contundente alivio. “Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).

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coalserco

28/12/2016

21:38 h

¿Te ha mostrado Dios alguna opción como que ores con algún hermano en concreto?

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coalserco

28/07/2019

07:17 h

También es responsabilidad del que ora estar alerta a las indicaciones de Dios. Si se huye de Dios porque no gusta la salida que él manda las consecuencias pueden ser como el dolor que debió padecer Jonás cuando decidió desobedecer y huir de Dios. En cambio, cuando rectificó y obedeció a Dios cambió la historia de la ciudad mas poblada del mundo en aquél entonces, pasó de ser destruida a ser sus gentes bendecidas y la ciudad permaneció mientras duró el arrepentimiento.

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Dolido

27/08/2013

13:47 h

El dolor purifica y afina el espiritu. Gozaos en él. Bendiciones.

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alfredo madrigal

25/08/2013

16:50 h

El dolor es una reacción a nuestras emociones y sentimientos. Solo basta ver la Historia de sufrimiento de Job. O también la triste historia de Jeremías ,sus sufrimientos son evidentes en sus palabras hacia Dios y que decir de Marta y Maria en su reclamo de angustia y dolor a Jesús por la muerte de Lazaro. Isaias 53:3-5 dice de Jesús....despreciado y desechado entre los hombres,varon de dolores,experimentado en quebranto;...fue menospreciado,y no lo estimamos. Ciertamente EL llevo nuestras enfermedades y sufrio nuestros dolores;y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido...y por Su llaga fuimos nosotros curados.....Gracias a El ,nuestro Dios enjugara cada lagrima de nos

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Marc Pesaresi

23/08/2013

23:02 h

¡Cuidado! No interroguemos a Dios cuando el dolor nos azota. Ni nos quejemos contra Él. El dolor es tan natural como la alegría. Facil es escribir esto, pero que dificil cuando el dolor te lleva al suicidio sin quen ningun hermano te tienda la mano. Yo que he vivido tres crisis economica en Argentina, puedo dar fe que todos pedimos que pase la copa a otros.

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Eliseo Noël Garrido

23/08/2013

16:00 h

Vivir con dolor no es algo que nos debe sorprender, pero si es lógico y normal y humano preguntarle a Dios .nuestro Padre el porque de tal dolor, y es normal reclamar a Dios Sanidad y ya que El lo sabe todo, y puede curarlo todo, si miramos en los Salmos vemos que en muchos de ellos, hay queja por el dolor, incluso a mi parecer es sano psicologicamente el quejarse del dolor, Ya que el dolor aveces consume, y es una forma de quitar el sentimiento de impotencia que te sigue con el dolor, Lo expreso así ya que soy enfermo de Fribromialgia y tengo de convivir con el dolor diariamente.