El 11 de julio de 1987 nació en la antigua Yugoslavia el bebé 5.000 millones, Motej Gaspar. Esa fecha se conserva hasta hoy para conmemorar el Día de la Población Mundial. En 1999 vino al mundo en Sarajevo Adnan Nevic, que hacía el 6.000 millones. El domingo 30 de octubre de 2011 asomó prematuramente su cabecita a este mundo Dánica May Camacho en un hospital público de Manila, Filipinas.¿Se le da la enhorabuena o el pésame? La niña ha llegado a un mundo que dispara las alarmas por el agotamiento de los recursos naturales y la brecha demográfica entre las diferentes regiones del planeta. La famosa canzonetista cubana Celia Cruz, ya fallecida, decía cantando que “no hay cama para tanta gente”. ¿Habrá planeta para tanta gente? El número de personas que pasa hambre se acerca a los mil millones. El futuro sugiere un panorama más sombrío.
Y siguen naciendo niños y niñas en todos los países.
En los últimos 12 años se ha registrado el crecimiento más rápido de la historia. El mayor incremento de población se está dando en el África subsahariana.
Los pronósticos indican que cada segundo nacen tres nuevos seres humanos, cerca de 80 millones al año.
En el año primero de la era cristiana la población mundial era tan solo de 200 millones. Cuando el Galileo dijo a sus discípulos: “id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”, estaba hablando de ir a 200 millones de personas. Aquella cifra creció muy lenta. Los 1.000 millones no se alcanzaron hasta el año 1804. Dos mil en 1930, 3.000 en 1960, 4.000 en 1974, 5.000 en 1987, 6.000 en 1999 y 7.000 en octubre de 2011.
De estos, 4.157 millones viven en Asia, 1.030 en África, 739 en Europa, 929 en América y el Caribe, 35 en Oceanía. Los estudios demográficos indican que para el año 2.045 seremos (serán) 9.000 millones de personas en el mundo. ¿Habrá comida, agua, electricidad, educación? Los más pesimistas creen muy difícil que la Tierra resista tan elevado número de consumistas.
Con más optimismo, tiene que ser así, dado el cargo que ocupa, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, dijo el 30 de octubre último. “Una población de 7.000 millones es un desafío, pero al mismo tiempo es una oportunidad”.
Aquí entramos tú y yo. ¿Quiénes? Los cristianos, los que proclamamos haber nacido de nuevo en Cristo, el pueblo que tiene la Biblia y cree en lo que la Biblia dice. ¿Cómo entramos? Haciendo un acto de conciencia, abriendo el tema y extendiéndolo sobre la hierba para que Dios pueda contemplarlo sin esfuerzo, abiertos, bien abiertos sus ojos, aunque me da por creer que Dios lo ve todo incluso con los ojos cerrados o sin ojos.
También para nosotros esos 7.000 millones de seres humanos constituyen un desafío y una oportunidad. ¿Cómo? ¿Preguntas cómo? Echa otra ojeada a los tres textos que en el Nuevo Testamento tratan de la gran comisión. “Id y haced discípulos a todas las naciones” (
Mateo 28:19). ¿Hemos ido? Nosotros, los cristianos de Cristo ¿estamos presentes en todas las naciones? “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (
Marcos 16:15). ¿Hemos llegado al mundo con la predicación del Evangelio? “Me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”.
Jerusalén: la ciudad donde vivimos. Judea: la comunidad autónoma a la que pertenecemos. Samaria: las regiones vecinas. Lo último de la tierra: Eso mismo.
¿Hasta dónde hemos llegado con la gran comisión?
He aquí las últimas estadísticas que yo poseo sobre la población religiosa mundial al día de hoy, publicadas por el International Bulletin of Missionary Research en enero de 2010.
Musulmanes | 1.549 | millones |
Católicos | 1.142 | “ |
Hindúes | 948 | “ |
Protestantes | 697 | “ |
Sin religión | 639 | “ |
Budistas | 468 | “ |
Otras creencias chinas | 458 | “ |
Religiones animistas | 261 | “ |
Ortodoxos | 236 | “ |
Anglicanos | 109 | “ |
Otros grupos que se confiesan | |
Cristianos | 472 | “ |
Seguidores de la brujería | 46 | “ |
Indúes Sij | 24 | “ |
Ateos | 139 | “ |
Judíos | 14 | “ |
Un total de 2.225 millones de llamados cristianos frente a 4.765 millones que no lo son. ¿Ha fracasado Cristo? ¡No! Hemos fracasado nosotros.
Que nadie se considere herido, no es ese mi propósito; que nadie me envíe al infierno, no lo deseo. Escribo lo que siento, a riesgo de que lo que yo siento no sea lo correcto.
Creo que para cristianizar el mundo con la auténtica doctrina de Cristo, la que practicaron los cristianos del primer siglo, poco se puede esperar de los cristianos nominales católicos, ortodoxos, anglicanos y de los que encajan en otros grupos anónimos e incluso algunos que se apellidan evangélicos. En principio, la tarea correspondería a los auténticos cristianos. Los realmente convertidos, a los nacidos de nuevo en términos evangélicos.
¿Qué han hecho?
¿Qué estamos haciendo? Si no podemos ir a todo el mundo, al menos seamos testigos. Si no podemos viajar por todas las naciones viajemos por las calles de nuestro barrio, viajemos al seno de nuestros familiares, viajemos donde se reúnen los amigos, pero viajemos primero al interior de nuestro corazón. Porque si en el corazón no ha prendido el desafío de la gran comisión, echémonos a dormir hasta el día del juicio.
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