Cuando el apóstol San Pablo enumera a los miembros de la Iglesia en Corinto los dones espirituales que pueden obtener, concluye diciéndoles: “
Mas yo os muestro un camino más excelente”. Después de todo lo expuesto, yo os muestro un camino más excelente para vuestras vidas
: Cristo.
Antes de ordenar su crucifixión, Pilatos lo presenta a las multitudes y dice de Él:
“He aquí el hombre” (Juan 19:5).
¿Dónde están los grandes hombres que han alumbrado las civilizaciones?
Alejandro Magno fue rey de Macedonia a los 27 años, en el siglo IV antes de Cristo. En cinco años ya había conquistado casi todo el mundo entonces conocido. Murió a los 33 años de un ataque de malaria al levantarse de un festín.
Unos 40 años antes de Cristo surge
Julio César. Como Alejandro Magno, conquista países y forma un imperio. A los 44 años cayó muerto por 35 puñaladas que le dio su protegido Casio Bruto.
El rey de España
Felipe II gobernaba en el siglo XVI media Europa, el continente americano y naciones en Asia. Decía que en sus dominios no se ponía el sol. Murió en El Escorial de una enfermedad horrorosa. Los gusanos le comían las carnes y se pasaba los días en un puro grito.
Napoleón Bonaparte el Alejandro Magno del siglo XVIII y parte del XIX, se propuso conquistar Europa y África para Francia. Alcanzó grandes victorias, hasta que fue derrotado por los ingleses de Waterloo. Murió de una enfermedad cancerosa en la isla de Santa Elena. Tenía 52 años.
Entre los libros que tengo en mi Biblioteca figuran dos ejemplares llamados
Memorias de Santa Elena. Fueron escritos por Napoleón cuando estuvo desterrado en aquella isla. En uno de sus párrafos, Napoleón Bonaparte dice: "En los días de mi gloria, yo apasioné a las multitudes hasta el punto de que ellas morían alegremente por mí. Encendí el fuego en los corazones, poseí el secreto de ese poder mágico que eleva a los espíritus. Ahora, que me encuentro en Santa Elena clavado sobre esta roca, ¿quién lucha y conquista imperios por mí? ¿Quién es el que me sigue siendo fiel?”.
A continuación hace una comparación entre su poder efímero y el reino eterno de Cristo.
Napoleón no habla de Cristo como Dios. Habla de él como hombre. Como el hombre más grande que jamás haya existido. Superior a todos. La sociedad te trata como parte de la masa. La masa que forma la ciudad. La masa que estudia. La masa que trabaja. La masa que llena los campos de deporte. La masa que abarrota las discotecas. La masa que aplaude al cantante de turno. La masa que llena las salas de espectáculos.
Para Cristo no eres parte de la masa. Eres un individuo. Una persona.- Cristo deja la masa animal de 99 ovejas y recorre los montes en busca de una que se había perdido.
- Cristo deja la masa por los caminos y va al encuentro de un joven muerto a quien llevaban a enterrar en la ciudad de Nain.
- Cristo deja la masa en la calle y entra donde estaban velando el cuerpo de una muchacha muerta.
- Cristo aparta los ojos de la masa que le rodeaba y los fija en un hombre pequeño de estatura que estaba subido en un árbol.
- Cristo se despreocupa de la masa y atiende a una mujer que había tocado su túnica con una intención especial.
- Cristo te trata como individuo.
- Como persona.
- Tal como eres.
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