Es mi alegría tu contento

La felicidad es a veces tan simple como, dejar a un lado tu yo y prestar atención a los demás. Abnegarte y sentir que esa abnegación es parte de tu maduración. Sacrificas un poco de tiempo y descubres que alguien es feliz gracias a ese pequeño sacrificio.

Cierras ventanas, dejas de ser observador, comienzas a dejarte ver. Abres una puerta y milagrosamente todo se llena de luz.

Hacer feliz a otro es algo que está al alcance de todos.

Si nos lo proponemos en el día de hoy de seguro se nos presentará la oportunidad de hacer algún bien que deporte una brizna de felicidad a quien lo recibe.

Mi hija de tres años no se cansa de ver una y otra vez un episodio de “pingu”, un divertido pingüino de plastilina que se hizo muy popular en los años 90.

Ha visto innumerables veces ese mismo capítulo en el que el pingüino no para de hacer travesuras. Cada vez que lo ve se ríe contagiosamente y hace que quienes estamos cerca nos riamos con ella. Después de tanto verlo, la verdad, me cuesta reír con la manida historieta, pero ella, me busca esperando que estalle mi risa y las dos volvamos a desternillarnos con las peripecias del susodicho pingüino. Una vez más finjo reírme y en un alarde de interpretación, emito una estrepitosa carcajada que a ella le encanta.

Me agrada verla feliz, y si he de aparentar entusiasmo, lo haré sólo por el placer de ver coloreado su rostro con una hermosa sonrisa.

La alegría se puede compartir, contagiar, regalar, y a veces, hasta representar, con tal de hacer que cualquier otra persona sea un poco más feliz en su vida. No cuesta nada ser afable, cariñoso, aplicando con dulzura un toque de entusiasmo al corazón entristecido.

La felicidad es a veces tan simple como dejar a un lado nuestros problemas y prestar atención a las necesidades del otro.

Aunque la felicidad en sí es un concepto abstracto, la alegría, el gozo, la complacencia, la satisfacción, son sentimientos deseables que todos podemos sentir o hacer que otros sientan poniendo un poco de esfuerzo e interés.

La felicidad comienza cuando tú quieres ser feliz.

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