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Protestante Digital

 
La Reforma indispensable (54)
36
 

Ucronía: si en España hubiera triunfado la Reforma

El hecho de convertirse en espada de la Contrarreforma tuvo consecuencias verdaderamente catastróficas para España que llegan hasta el día de hoy.
LA VOZ AUTOR César Vidal Manzanares 24 DE MAYO DE 2012 22:00 h

La ucronía es un género literario que se permite novelar con lo que no sucedió históricamente, pero pudo suceder. Posiblemente, el paradigma de este género sea la novela Pavana donde se describe una Inglaterra del siglo XX después de que, a finales del s. XVI, hubiera logrado desembarcar en ella Felipe II e imponer la Contrarreforma. Como no podía ser menos, Inglaterra aparece en esa ucronía como una nación mucho más atrasada que recuerda un tanto la España de la época.

Puede irritar a algunos, pero lo cierto es que el hecho de convertirse en espada de la Contrarreforma tuvo consecuencias verdaderamente catastróficas para España que llegan hasta el día de hoy. De entrada, perdió su imperio y se arruinó, pero las secuelas se pueden ver en la actualidad.

En esta entrega, voy a permitirme trazar una ucronía de lo que hubiera podido ser una España que en el siglo XVI en lugar de convertirse en defensora de la Contrarreforma hubiera sido una nación como Inglaterra, Suecia, Noruega, Dinamarca u Holanda donde hubiera triunfado la Reforma.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, en el s. XVIII, Carlos III no habría intentado quitar el carácter infame al trabajo manual ni en el s. XX, José María Escrivá de Balaguer hubiera sido contemplado como un innovador por afirmar que se puede alcanzar la santidad mediante cualquier trabajo. Por el contrario, se habría regresado a una visión bíblica del trabajo –lo que muchos denominan la ética protestante del trabajo– tan ausente todavía en España y en otras naciones sociológicamente católicas, por desgracia para ellas.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, en el s. XVIII el padre Feijóo no hubiera tenido que suplicar –provocando las iras de la Inquisición– para que se abandonara la superstición incluso en la universidad y se adoptara el método científico de Bacon. Por el contrario, España no se habría visto privada de enviar a sus estudiantes a Europa; muy posiblemente, habría iniciado la revolución científica y habría disfrutado de un desarrollo científico que la Inquisición cercenó y cuyas funestas consecuencias llegan hasta hoy. Me consta que esta realidad escuece a algunos que intentan rebatirla infructuosamente pero la realidad es que, hasta la fecha, sólo hemos tenido dos premios Nobel científicos, uno de paso por Estados Unidos y el otro compartido.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, la desamortización eclesiástica no se habría abordado a finales del s. XVIII por los ilustrados para llevarse a cabo malamente en el s. XIX y seguir entregando dinero a la iglesia católica por ella ¡todavía en el siglo XXI! Por el contrario, se hubiera llevado a cabo en el s. XVI y, como en Inglaterra y los países escandinavos, habría tenido magníficos efectos económicos hasta el punto de que la revolución industrial muy posiblemente se habría producido en España y no en la pequeña isla atlántica.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, ni la banca ni el crédito se habrían visto ahogados por una visión contrarreformista, ni las intuiciones pre-liberales de la Escuela de Salamanca habrían caído en saco roto. España habría adelantado a ingleses, holandeses y hugonotes en el control de la banca internacional y robustecido con ello su imperio. Actualmente, puede que algunos clamaran contra la tiranía de los mercados o los bancos, pero no pasarían de ser casos aislados siquiera porque la mayoría de los ciudadanos se preguntaría ante nuevos gastos quién los iba a pagar.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, la constitución de 1812 y las reformas liberales no habrían fracasado por la sencilla razón de que el parlamentarismo moderno habría surgido en España con anterioridad al s. XIX. No es que los ilustrados o los liberales habrían leído a un teólogo protestante llamado Locke, padre del liberalismo, es que Locke –aunque se llamara López o Valbuena– habría sido español. Es más, el liberalismo no habría fracasado –como pasó con la constitución de 1812– porque no habría estado vinculado a la iglesia católica negando la libertad de pensamiento ni se habría comportado ingenuamente con la Corona. Ambas circunstancias, como supo prever José María Blanco White, fueron la causa fundamental del fracaso de los liberales de Cádiz. Ciertamente, es posible que semejante evolución hubiera pasado por la decapitación de algún monarca como sucedió en Inglaterra con Carlos I, pero nos habríamos ahorrado el carlismo, las guerras que éste provocó, dos repúblicas, la guerra civil de 1936-39 y la dictadura de Franco. No es, desde luego, poco.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, los españoles no habrían tenido que soportar durante siglos la referencia litúrgica a los "pérfidos judíos" sino que además los judíos habrían regresado a España no más tarde del s. XVII, como sucedió en Holanda o Inglaterra, contribuyendo al desarrollo nacional. Lejos de mantenerse estúpidos prejuicios antisemitas apenas disipados en las naciones católicas tras la declaración Nostra Aetate del Vaticano II, los judíos se habrían integrado, para bien de España, siglos antes.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, la izquierda no habría sido un deplorable retrato en negativo de la iglesia católica sino que habría seguido el rumbo tomado por Inglaterra o los países escandinavos. Los sindicatos se mantendrían de sus afiliados y no de subvenciones públicas y el partido socialista –que habría sido social-demócrata y no socialista– habría acometido como en Suecia la reforma del estado del bienestar siquiera por sentido común. Ni siquiera habríamos conocido el terrorismo porque el anarquismo no habría existido y mucho menos el nacionalismo vasco.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, España no habría pasado a ser una nación de segunda a mediados del s. XVII. Por el contrario, su fortaleza económica y su desarrollo económico y social sustentado por las riquezas americanas –que no se habrían gastado en defender los intereses temporales de la Santa Sede– le habrían permitido seguir siendo un imperio seguramente hasta el s. XX. Ciertamente, la América hispana se habría emancipado, pero las naciones nacidas de esa separación muy posiblemente habrían mantenido una unión como la que Estados Unidos mantiene con Gran Bretaña o formarían parte de una Commonwealth hispana como sucede con el Canadá y Gran Bretaña. La Contrarreforma nos precipitó, por el contrario, en la miseria y en ella nos ha mantenido por siglos.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, no existiría un problema regionalista por la sencilla razón de que la iglesia católica, despojada de poder político, no habría podido crearlo para servir de contrapeso a un estado que pretendiera modernizar España y acabar con privilegios eclesiales de siglos. Ni el nacionalismo catalán ni el vasco existirían y, por añadidura, España no se habría visto condenada a sufrir la desigualdad entre regiones provocadas por normas de privilegio como el arancel Cambó.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, en el siglo XVIII, Carlos III no hubiera tenido que intentar –infructuosamente– integrar a los gitanos en la vida nacional. El reciente ejemplo de las iglesias Filadelfia deja de manifiesto que se habría producido, para bien de todos, mucho antes.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, la esclavitud habría desaparecido antes y buena prueba de ello es que las sociedades anti-esclavistas españolas, ya bien avanzado el s. XIX, estuvieron formadas de manera bien relevante por protestantes y –reconozcámoslo– por masones o que en Inglaterra –como en Estados Unidos– el movimiento abolicionista estuvo capitaneado por protestantes como Wilberforce, Newton o Knibb.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, la tortura judicial habría también desaparecido antes, quizá incluso con anterioridad, a que la protestante Suecia la aboliera. Sí, Suecia fue la primera nación europea en acabar con tan escandalosa práctica seguida pocos años después por Prusia y ambas antes de que la condenara Cesare Beccaria en su obra Los delitos y las penas.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, la mentira no sería considerada un pecado venial ni el hurto se habría convertido en un deporte nacional. Por el contrario, un político vería arruinada su carrera política por mentir y jamás habríamos llegado a los niveles de corrupción que padecemos.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, el nepotismo no sería tan normal y corriente como en la corte papal sino que resultaría suficiente para aniquilar la vida pública de cualquiera aunque se llamara Guerra, Chaves, Maragall, Pujol o Nadal.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, el votante no seguiría guiándose por la creencia en la "única iglesia verdadera" sino por el sentido común y no estaría vinculado a un partido por encima de cualquier consideración ni perdonaría siempre a los "suyos" por mal que lo hicieran.

Si en España hubiera triunfado la Reforma, no todo habría sido idílico. Sin ningún género de dudas, España habría sufrido –como Inglaterra y otras naciones protestantes– las asechanzas de la Santa Sede que habría ordenado el asesinato de algún monarca como lo hizo con Isabel I de Inglaterra o Margarita de Navarra, y es muy probable que algún jesuita hubiera acabado en el cadalso por participar en esas conspiraciones como sucedió también en Inglaterra. Es posible incluso que algún hereje perseguido por la Inquisición católica hubiera sido ejecutado en España como pasó con Miguel Servet en Ginebra, pero, de haber sido así, como pasó con Servet, los teólogos reformados habrían repudiado públicamente semejante conducta y desde hace tiempo existiría un monumento pidiendo perdón por semejante acto contrario a la fe reformada. Sin embargo, España se habría ahorrado la más nefasta y dañina institución de su Historia, la Santa Inquisición –a la que reformados, ilustrados y liberales aborrecieron por igual– y con ella ríos de sangre y siglos de tinieblas. Es posible incluso que España se hubiera enfrentado con una invasión extranjera protagonizada por naciones católicas bajo patrocinio papal. Sin embargo, como sucedió con Holanda, Inglaterra, Dinamarca o Suecia, España habría vencido y con esa victoria habría ganado su libertad y su futuro.

Esa situación habría sido incluso mejor para los católicos españoles. La iglesia católica en España habría disfrutado –como en las naciones protestantes– de la tolerancia que negó a sangre y fuego a los protestantes en naciones católicas y además habría aprendido a defender sus puntos de vista sin recurrir a la violencia y al código penal, sin ahogar las libertades de los ciudadanos y sin recurrir a la Inquisición. Por supuesto, la izquierda –no nacida de sus entrañas ni formada por gente bautizada en su seno– no habría quemado conventos ni iglesias ni asesinado a monjas y religiosos por millares. (¿Se ha parado alguien a pensar en que todos, absolutamente todos los que arrasaron iglesias y dieron muerte a sacerdotes y obispos eran miembros bautizados de la iglesia católica?).

Por añadidura, en la actualidad, no se caracterizaría porque su campaña anual más importante es la destinada a marcar la casilla del IRPF sino por la defensa clara de sus principios, acertados o equivocados, en una sociedad libre y sin privilegios. Incluso no necesitaría recurrir a comportamientos bochornosos como la entrega a los nacionalismos periféricos para mantener unos privilegios que no existirían. Se parecería enormemente a la iglesia católica en Estados Unidos; no precisaría de unos acuerdos con el Estado para salvar los muebles obtenidos del concordato suscrito con una dictadura y sus fieles la mantendrían con orgullo y dignidad en lugar de gritar como posesos cada vez que se roza alguno de los privilegios de los que todavía disfruta. Es cierto que quizá tendría menos bienes inmuebles y quizá no tendría ninguna de las SICAVs que ahora tiene, pero su peso moral sería infinitamente mayor y no se vería en la tesitura de recurrir a triquiñuelas para que sus fieles contribuyeran a sostenerla de la misma manera que contribuyen sin ningún género de problemas los fieles de otras confesiones religiosas.

Sin embargo, ya sabemos que todo esto es ucronía porque la Reforma fue extirpada de España a sangre y fuego y porque la Contrarreforma se convirtió en la causa nacional por antonomasia. No nos extrañe, por lo tanto, que estemos donde estamos, en la lista de los PIIGS europeos –donde no hay una sola nación en la que triunfara la Reforma– y en relaciones nada óptimas con las naciones de Hispanoamérica a las que transmitimos nuestras virtudes, pero también nuestros pecados.

España pudo ser tan poderosa como Gran Bretaña, pero durante mucho más tiempo y con mucha más pujanza, y haber dado a luz a naciones como los Estados Unidos y no como México o Argentina. Si no ha sido así, si nos hallamos donde nos hallamos, si nos espera el futuro que nos espera, podemos agradecerlo a que en el s. XVI tomamos el peor de los caminos y nos entregamos a la Contrarreforma. Los pecados históricos, por desgracia, no pocas veces tienen secuelas que se prolongan durante siglos. Pero incluso esa circunstancia no impide que algunos preservemos nuestros sueños. De ellos, hablaré en otra ocasión.


Este artículo forma parte deuna serie que César Vidal está publicando en Libertad Digital bajo el título de ¿Hay salida?

 

 


25
COMENTARIOS

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Alfonso Chíncaro (Perú)
02/06/2012
01:58 h
25
 
Al final hay una afirmación que se nos escapa a todos: 'Los pecados históricos, por desgracia, no pocas veces tienen secuelas que se prolongan durante siglos. Pero incluso ESA CIRCUNSTANCIA NO IMPIDE QUE ALGUNOS PRESERVEMOS NUESTROS SUEÑOS.' Es opinión de C. Vidal que esto no es definitivo, así que esperemos, a ver qué dice.
 
Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

Alfonso Chíncaro (Perú)
02/06/2012
01:58 h
24
 
Estimado Domingo, cosas mejores seguro hay muchas, pero a ninguna quiere usted escuchar, así que no es realmente un problema que C. Vidal haya querido hacer este ejercicio literario, un tipo de ejercicio del que existen otros ejemplos. Este es solo uno más. Bendiciones, cuidese.
 
Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

Domingo
31/05/2012
21:37 h
23
 
Una ucronía .... si yo no hubiese sido hombre, hubiese sido mujer .... aaaayyy, pero que cosas escribe este hombre ... ¿no hay algo mejor en el protestantismo español?
 
Respondiendo a Domingo

José Macías Corredera
31/05/2012
15:29 h
22
 
Yo, Señor Jose Luis Medina Rosales, no sè si los que leen, todos recuerdan como terminaron los Yugoslavos. Bueno que cada cual se informe... El Señor C. Vidal Manzanares: da en la diana, pero de forma tajante estupenda y clara, este hombre que tiene su Biblia y una pluma a su vera en los programas, es como pocos, es un especimen RARO. LA GLORIA PARA EL SEÑOR NUESTRO SALVADOR, Señor Cèsar, y que usted nos siga deleitando con sus escritos, en este medio en protestante digital, y en esRadio, y en cualquier parte del mundo. Y en esta España que necesita que LA VERDAD (Cristo) SIGUE VENCEDOR APLASTO CABEZAS DE serpientes, EL SEÑOR DE señores. !!! ALELUYA¡¡¡
 
Respondiendo a José Macías Corredera

Alfonso Chíncaro (Perú)
31/05/2012
15:29 h
21
 
Estimado Salvador, gracias por responder. Tiene razón. La exageración a la que aludo va más por el lado de atribuir la destrucción de los pueblos indígenas a una ética protestante. Fue avaricia, soberbia y abuso lo que favoreció ese atropello (también el silencio de los cristianos, me imagino). Claro que aparecieron voces en los púlpitos justificando esas acciones (sobretodo la esclavitud), pero jamás obedecieron a una ética protestante. Bendiciones.
 
Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

Salvador
30/05/2012
21:04 h
20
 
Sr. Chincaro, no niego que pueda haber cierta exageración, pero los hechos están ahí. Compruebe y compare usted la demografía de los USA y de la naciones de la América hispana y vea la preponderancia de la población indígena en ambos lugares. En los USA quedan apenas unos pocos miles confinados a las reservas donde el porvenir que ven por delante no puede ser más triste. Es verdad que en los paises de la antigua América hispana la situación no es muy boyante que digamos, pero ya llevan ustedes doscientos años de independencia y podían haberlo arreglado. España ahí ya no tiene ninguna culpa. Saludos.
 
Respondiendo a Salvador

Daniel B
30/05/2012
17:26 h
19
 
Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Hablar del gran imperio español que estaba basado en la tirania y la esclavitud del pueblo, no me enorgullece en absoluto. Me gusta el sentimiento de los anglosajones y norteamericanos hacia su pais y su bandera, me gustaria tener ese sentimiento hacia mi patria, pero me es bastante dificil debido a que reyes y politicos en este pais han mantenido a este pais en la dictadura y el atraso hasta hace dos dias, y hemos pasado de 'una grande libre' a 17 pequeñas y endeudadas. Spain is diferent.
 
Respondiendo a Daniel B

Alfonso Chíncaro (Perú)
30/05/2012
17:26 h
18
 
En cuanto a la degradación presente, que se da tanto en paises de tradición protestante como católica, creo que es la inevitable corrupción, ese proceso asociado a la muerte, la pudrición del cuerpo sin vida. Si vamos a añadir eso para ganar una discusión, vamos a desvirtuar el ejercicio realizado por César Vidal. No se trata de eso. Por otro lado, también pensé lo dicho por Salvador (c#17), es en parte verdad (como en todos, hay cierta exageración, pienso).
 
Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

Salvador
30/05/2012
13:06 h
17
 
Darío (10) No sé si tiene usted antepasados nativos de la América hispana. Lo que si le puedo asegurar es que si la América hispana la hubieran colonizado los que lo hicieron en la del Norte, con el consiguiente exterminio de los indígenas norteamericanos, usted posiblemente no existiría y no se podría preguntar nada.
 
Respondiendo a Salvador

Alfonso Chíncaro (Perú)
29/05/2012
17:04 h
16
 
Por otro lado yo quiero señalar que a pesar de España no haber experimentado una reforma protestante a plenitud, los protestantes españoles me han sido ejemplo de fe y perseverancia que aprecio. Yo nunca he sabido lo que es ir al colegio creyendo que en la tarde probablemente no iba a encontrarme con mi familia, como comparte Marcos Vidal. No sé lo que es una obra quemada o censurada como la de J. A. Monroy. Pero cuando los oigo hablar sin rencor de experiencias tan difíciles, yo agradezco recibir la gracia de escucharlos y aprendo. Gracias.
 
Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

José Luis Medina Rosales
29/05/2012
11:24 h
15
 
Amigo JRRiudoms, perdona, pero eres una maraña de confusión. Cierro y corto.
 
Respondiendo a José Luis Medina Rosales

JRRiudoms
29/05/2012
07:05 h
14
 
#13 José Luis Medina Rosales: Yo lo tengo muy claro. Quien ha mezclado conceptos ha sido usted, ya desde su primer comentario, con los nacionalismos, los imperios y las guerras. Luego ha seguido con 'Unidades' [¿en lo destino universal, quizás?]. He de notar, también, que si la ucronia que nos habla Cesar Vidal hubiese sido realidad, de seguro que el propio Ceasr Vidal probablemente no se hubiera hecho famoso en la radio de la Conferencia Episcopal Española (COPE), por no tener tanto poder como tiene ese medio de 'comunicación'. No soy ecuménico, pero también tengo amistades en todos -o casi- los frentes. Atentamente (y sin ánimos de liar nada)
 
Respondiendo a JRRiudoms

José Luis Medina Rosales
28/05/2012
21:01 h
13
 
JRRiudoms, perdona que nuevamente salga a la palestra. Es que soy un poco torpe y me cuesta trabajo entenderte. A ver si nos aclaramos. Hemos comenzado reconociendo la ucronía o hipótesis de si España hubiese aceptado la Reforma. Como ciudadanos y cristianos de este País hemos conjeturado sobre esa posibilidad y los resultados comparativos a otros países son evidentes, a pesar de los Ramones de turno que no lo quieren ver. Luego has mezclado el 'ecumenismo' con la unidad de España y ahí ya la has liado. Una cosa es defender su unidad histórica, geográfica, política, militar y económica, y otra muy diferente defender el ecumenismo. Para tu tranquilidad, NO SOY ECUMENICO, aunque a niveles p
 
Respondiendo a José Luis Medina Rosales

Rubén Sindas
28/05/2012
17:35 h
12
 
Tiene razón Ramón, por eso al ser tan católica España es donde hay más abortos, divorcios, matrimonios gays y corrupción de Europa, además de ser parte de los PIGs. Todo sin duda se lo debemos al catolicismo y la Contrareforma y como tal se lo agradecemos en lo que se merece.
 
Respondiendo a Rubén Sindas

ramón
28/05/2012
17:33 h
11
 
Si España ubiese abrazado el protestantismo hoy navegaría en las aguas del relativismo religioso y moral a los extremos que han llegado paises como Dinamarca, Inglaterra, Finlandia, Noruega, Suecia, sociedades casi totalmente ajenas a Dios y propulsoras de la cultura de la muerte. España sigue siendo un baluarte del cristianismo europeo gracias a que no se hizo protestante. Don César fue suficientemente rebatido no demuestra argumentos contundentes, es más bien sujetivista, como buen protestante. Discrepo con él, más bien fue una bendición para España y Europa no haber abrazado el protestantismo. Empezaré a recoger datos que muestran la falsedad de los supuestos esgrimidos por don César. Esp
 
Respondiendo a ramón

Darío
28/05/2012
14:01 h
10
 
Siempre me he preguntado ¿Cómo habría sido Latinoamérica si España hubiese sido protestante? Solo un Latinoamericano entiende lo que hemos sufrido por siglos ante tanto terrorismo católico romano y tantos y que defensores de la cruz? Cómo hubiese sido Latinoamérica? Me gustaría amigo Vidal que hagas una ucranía sobre Latinoamérica protestante, por lo menos para Soñar...
 
Respondiendo a Darío

JRRiudoms
28/05/2012
10:02 h
9
 
#7 Jose Luis Medina Rosales: Con todos mis respetos, para mi 'la Unidad de España' ni la tengo como un bien y, aun menos, 'es el mayor bien que [tengo de] defender'. Pensaba que la Biblia es clara y diafana en eso de los nacionalismos excluyentes. Referente al 'imperio fuerte y respetado', eso era un tigre de papel, que se aguantaba mediante la tiranía y opresión a los pueblos atemorizados. Y no, no soy ecumenico, ni creo en una unidad para el único fin de ser fuerte: Mi fortaleza está en Cristo, y aspiro a ser 'ciudadano' del Reino de Jehová. Los demás imperios caerán como castillo de naipes, como estatuta de cabeza de oro puro y pies en parte de hierro y en parte de barro. Atentamente
 
Respondiendo a JRRiudoms

Maria Casals
28/05/2012
00:47 h
8
 
Maestro Vidal, habrá que tener en cuenta que el sur de Europa es una región geográfica de carácter latino y con latitud muy templada, con formas de comportamiento social muy diferentes a las frías regiones norteuropeas. Así que no sostengo que fuera tan idílico. Parte de la hermenéutica teológica depende también de otros condicionantes que no son proporcionales a su implantación. Por otro lado, estoy de acuerdo que no existiría el nacionalismo catalán o vasco, como usted afirma. No existiría porque serían nación y estado, como siempre lo fueron y, como es el caso de Cataluña, no habría sido invadida por Felipe V por haberse alineado con los ingleses. Supongo que habrían respetado la decis
 
Respondiendo a Maria Casals

José Luis Medina Rosales
28/05/2012
00:47 h
7
 
Amigo JRRiudoms, el ejemplo de Yugoslavia es solo una advertencia muy real de lo que podría pasarnos a nosotros. Hace quinientos años éramos un imperio fuerte y respetado, y la pérdida de todo se debe a lo magistralmente expuesto por C.Vidal y reiterado por usted. Por supuesto que el trasfondo de todos los males es de contenido religioso y hoy estamos sufriendo las secuelas por una idiosincrasia errónea. Lo siento mucho, pero después de pasar por un nacionalismo fuera de contexto histórico, me he reafirmado en mi convicción que el buen futuro de España pasa por su unidad. Los egoísmos 'pátrios particulares solo nos llevará a una desintegración con la pérdida de nuestra personalidad histórica
 
Respondiendo a José Luis Medina Rosales

José María
28/05/2012
00:47 h
6
 
interesante artículo, aunque leyéndolo he pensado en otra posible ucronía, ¿qué hubiera pasado si la iglesia primitiva no hubiera substituido el trasfondo hebreo de los evangelios por la influencia de la cultura griega?, puede que nos reunieramos los sábados al atardecer que es cuando comenzaba el primer día de la semana, por lo que celebrariamos realmente la cena del Señor como tal y no como un desayuno, puede que hubiésemos asimilado las Fiestas del Eterno con su significado completo en Jesús, en vez de haber adaptado celebraciones paganas, etc..
 
Respondiendo a José María

Joaquín González
28/05/2012
00:47 h
5
 
Con todos mis respetos hacía todos los comentaristas (y en especial hacia Don Jose Luis Medina Rosales) hago mías las tesis de JRRiudoms y aunque pueda compartir parte de lo que Don César expone en su artículo debería éste hacer un ejercicio de honestidad en el sentido de no querer en todos y cada uno de sus artículos dar forzada justificación bíblico-teológica a su trayectoria personal y a sus posicionamientos ideológicos, ello es claramente perceptible entre otras cosas, cuando habla siempre despectivamente de la izquierda y de los nacionalismos periféricos, primero porqué el bebió no hace tanto de las fuentes de esa izquierda que ahora anatemiza y segundo, porque él es el más nacionalista
 
Respondiendo a Joaquín González

JRRiudoms
27/05/2012
16:44 h
4
 
#1 José Luis Medina Rosales: El ejemplo que nos dá de la antigua Yugoslavia (guerra atiada por el Vaticano, con el beneplacito de Alemania) parte del supuesto de que la locura nacionalista sólo es válida en según que 'naciones' (en realidad, 'Estados'). ¿Por qué al hablar de 'nación española' la locura es menor que al hablar de 'nación vasca' o 'catalana'? ¿No será que el Estado español está bajo los resortes mentales nacionalcatólicos, lo mismo que cuando estalló la guerra en los Balcanes la separación Iglesia(s) - Estado había desaparecido para pasar a una cosa muy parecida al nacionacatolicismo y nacionalortodoxismo? ¿Por qué no se habla nunca de lo qué pasó en Checoslovaquia, y las poste
 
Respondiendo a JRRiudoms

Lali Rodriguez
27/05/2012
02:08 h
3
 
Estoy de acuerdo con usted, por eso siempre será lo mejor hablar de Cristo en vez de alinearse con políticos.
 
Respondiendo a Lali Rodriguez

Alfonso Chíncaro (Perú)
27/05/2012
02:08 h
2
 
Solo un español podía hacer un ejercicio como ese. Quizás puedan argumentar que falta poner algún perjuicio que sufran los paises de trasfondo protestante, pero creo que los pros igual superan los contras. Bendiciones.
 
Respondiendo a Alfonso Chíncaro (Perú)

José Luis Medina Rosales
26/05/2012
10:21 h
1
 
No me cabe la menor duda que esta ucronía marcará un ante y un después en la interpretación histórica de nuestro país. Somos muchos los que hemos reflexionado sobre esta realidad, pero ha sido Cesar Vidal quien valientemente lo ha plasmado en este medio de comunicación. ¡Ojalá que sirva también para dar marcha atrás en el reloj del tiempo y conseguir recuperar nuestro imperio con una nueva cultura y visión del cristianismo!. Hemos tenido un poderoso imperio y lo hemos perdido por culpa de... y en este momento estamos a punto de desaparecer como nación por nuestra locura nacionalista, a pesar que sabemos que la unión hace la fuerza. Estamos a la puerta de los reinos de Taifa para luego de
 



 
 
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