sábado, 23 de noviembre de 2024   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

Obispos casados

De algunos mitos difundidos sobre el protestantismo (XII)

Uno de los mitos más difundidos en el mundo católico acerca del protestantismo es el de la lujuria apenas contenida de sus iniciadores. La prueba fundamental de ese aserto sería triple.
LA VOZ AUTOR César Vidal Manzanares 25 DE FEBRERO DE 2010 23:00 h

En primer lugar, los diversos matrimonios del rey inglés Enrique VIII; en segundo, el matrimonio de Lutero con una monja y en tercero, el abandono del celibato de los clérigos.

Sobre Enrique VIII ya indicamos en una entrega anterior que nunca fue protestante. Ciertamente, fue un cismático y persiguió a aquellos que no quisieron someterse al Acta de supremacía que lo convertía en jefe de la iglesia anglicana, pero, al mismo tiempo, ejecutó a no pocos protestantes que tenían la osadía intolerable para él de pretender una Reforma de la iglesia basada en la Biblia. Ciertamente, no pocos de esos protestantes fueron ejecutados cuando Enrique VIII era declarado “Defensor fidei” por el papa y ayudado en su labor letalmente represiva por su fiel Tomás Moro, pero aún más lo fueron después de la separación formal con Roma. Por otro lado – y dice mucho del estado moral de la Cristiandad - los monarcas católicos de la época –incluidos Carlos V o Felipe II– no fueron más castos que Enrique VIII.

El segundo argumento no es menos falaz. Lutero efectivamente contrajo matrimonio con Catalina de Bora que había sido monja. Su vida matrimonial fue ejemplar a diferencia, dicho sea de paso, de lo que, por ejemplo, alguien tan poco sospechoso como Teresa de Jesús relata sobre la vida sexual en los conventos católicos de su época. Semejante conducta – deplorable, sin duda – no puede tampoco extrañar en la medida en que no pocas de las personas que poblaban los conventos y monasterios habían ido a parar en ellos (de nuevo, el testimonio de Teresa de Jesús es relevante) por razones nada espirituales.

El tercer argumento es de mucha mayor relevancia porque obliga a reflexionar sobre si la configuración del sacerdocio católico armoniza con lo que enseñaron Jesús y los apóstoles. Que Pedro estaba casado es algo que se desprende del testimonio de los evangelios donde se relata cómo Jesús curó a su suegra que padecía una fiebre muy elevada (Mateo 8:14; Marcos 1:30; Lucas 4:38-39). Podría pensarse que, al conocer a Jesús, habría dejado a su esposa – algo moralmente digno de reflexión – pero lo cierto es que el Nuevo Testamento indica que su mujer lo acompañaba en sus viajes misioneros como, por otro lado, sucedía con los otros apóstoles. Al respecto, no deja de ser significativo que Pablo escribiendo a mediados del s. I indicara que él y Bernabé eran los únicos que viajaban sin esposa (I Corintios 9:5). Pablo no estaba casado – aunque es posible que fuera viudo y no soltero – pero reconocía que esa conducta era excepcional. Quizá sería deseable que todos – no sólo los dedicados a proclamar el Evangelio – fueran célibes como él, pero Pablo indica que esa condición sólo deberían guardarla los que han recibido ese don de Dios (I Corintios 7:7). Para los que no habían recibido el don, el apóstol era claro: “era mejor casarse que abrasarse” (I Corintios 7:8).

Precisamente porque ni existía algo parecido al celibato obligatorio del clero ni los apóstoles eran hombres solteros podemos entender las instrucciones de Pablo sobre los requisitos para ser obispos… que incluían que estuvieran casados: “Pues es necesario que el obispo sea irreprensible, casado con una mujer, sobrio, formal, decente, hospitalario, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero, sino manso, no rencoroso, no avaro, que sepa gobernar bien su casa, que tenga a sus hijos en obediencia con toda honestidad, por el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará la iglesia de Dios?” (I Timoteo 3:2-5).

El texto de Pablo difícilmente puede ser más revelador. Los obispos de la época apostólica estaban casados y tenían hijos. Es más, se consideraba que ambos requisitos resultaban enormemente importantes para poder desempeñar su función pastoral. De hecho, Pablo parece adelantarse a una de las objeciones formuladas por el protestantismo – y por no pocos católicos – en contra del celibato eclesial: ¿cómo pueden dedicarse a aconsejar a cónyuges e incluso emitir normas sobre la vida conyugal gentes que nunca han estado casadas y que no conocen personalmente lo que significa? Con el debido respeto, me atrevería a decir que buena parte de la doctrina moral de la iglesia católica relativa a la vida conyugal y sexual sería radicalmente distinta si se hubiera ido forjando sobre la base de las Escrituras enseñadas por obispos casados y con hijos y no por célibes que consideran – por citar las palabras de un conocido santo – que “el matrimonio es para la clase de tropa”.

La importancia de esa vida matrimonial resulta tan relevante en la enseñanza apostólica que Pablo expresa un durísimo juicio sobre su prohibición: “Pero el Espíritu dice claramente que en tiempos venideros apostatarán algunos de la fe, escuchando a espíritus de error y doctrinas de demonios, por la hipocresía de los que hablan mentiras y tienen cauterizada su conciencia, que prohíben casarse y el consumo de alimentos que Dios creó para ser disfrutados con acción de gracias por los que creen y han conocido la verdad, porque todo lo que Dios creó es bueno y no es de rechazar nada de lo que se recibe con acción de gracias” (I Timoteo 4:1-4).

Lo cierto es que la Biblia enseña que el matrimonio de los obispos no sólo es lícito sino muy conveniente y que la prohibición del matrimonio es una doctrina demoníaca. Esa circunstancia explica, sin duda, que los clérigos estuvieran casados a lo largo de la Historia del cristianismo durante siglos y que en el seno de la iglesia católica hubiera que esperar a la reforma de Gregorio VII, un antiguo monje, ya en pleno medievo, para que se prohibiera el matrimonio eclesial con cierta eficacia. Con cierta eficacia, pero no total porque el celibato eclesial siguió siendo caballo de batalla durante los siglos siguientes y no faltaron los sacerdotes que contrajeron matrimonio y que obtuvieron un reconocimiento legal del mismo. Incluso después del concilio de Trento en el s. XVI – donde no podía reconocerse la razón de los protestantes al exigir que los clérigos pudieran contraer matrimonio – no acabaron los casos de sacerdotes casados si bien la ceremonia solía celebrarse en secreto.

Con todo, ni siquiera la iglesia católica posterior a Trento ha sido consecuente con el celibato obligatorio. Aunque muchos católicos lo ignoran, los sacerdotes católicos de culto oriental pueden contraer matrimonio y lo mismo sucede con los que entraron en la iglesia católica hace unos meses, procedentes de la Comunión anglicana. Ahora bien, si el celibato obligatorio es tan indiscutible y constituye una fuente de tan grandes bendiciones, ¿cómo pueden admitirse esas excepciones?

¿Se imagina alguien que fuera lícito el adulterio en ciertos sectores de la iglesia católica mientras que no lo era en otros? O que fuera lógico rehusar una bendición espiritual – la derivada del celibato obligatorio – a alguien sólo porque pertenece a un rito diferente dentro de la misma iglesia?

Concluyendo pues, los protestantes no sentimos que el hecho de que los pastores contraigan matrimonio sea una traición al cristianismo. Por el contrario, constituye un seguimiento claro y obediente de lo que enseña el Nuevo Testamento y precisamente esa obediencia es bendecida por Dios con pastores que pueden entender, por propia experiencia, las cargas, las dificultades y los problemas de carácter conyugal que sus hermanos les traen y que, por añadidura, no acumulan cargas sobre los hombros de otros sin ayudar a sobrellevarlas siquiera con un dedo tal y como hacían los escribas y fariseos de la época de Jesús (Mateo 23:4).

Continuará: Los protestantes no creen en la Virgen


Artículos anteriores de esta serie:
 1Juan Calvino y la Inquisición 
 2Enrique VIII y los protestantes ingleses 
 3Inglaterra y María la sanguinaria 
 4Cisneros ¿precursor de la Reforma? 
 5Juan de Valdés y la Reforma en España 
 6Juan de Valdés huye de la Inquisición 
 7Españoles del siglo XVI con la Reforma 
 8Las ekklesias y «la» Iglesia católica 
 9La verdadera Iglesia no tiene Papa 
 10Salvación por gracia, no por obras 
 11Carta de Santiago: fe, salvación y obras 
 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - Obispos casados
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.