En el barrio de Triana la iglesia católica tenía la iglesia llamada de la
Ascensión que fue adquirida por los protestantes. Al principio fue escuela, pero después fue dedicada al culto evangélico por el
Rev. Valentín Baquero, exsacerdote católico, hombre capaz y trabajador. Durante la semana llevaba una escuela de niños, en los cuales sembraba la semilla que daría rica cosecha. El barrio era muy pobre y por ello grandes las dificultades para mantener las escuelas que atendían mayoritariamente a niños pobres. El local fue deteriorándose de manera que hubo que suspender los cultos y el dueño del local-iglesia, el Sr. Manuel Cortés, consideró el vender el ruinoso edificio y con el dinero prestar ayuda en otros lugares de misión de la ciudad.
Esta iglesia había sido atendida en un principio por Francisco Palomares y también por el Ser Aguilera, pasando a tener ministro propio el 12 de octubre de 1880 en la persona de
Juan Cañellas Rivas. Cañellas era concuñado de Palomares y casado con otra hija de
Antonio del Pino. Según Francisco Serrano
i Cañellas había sido clérigo romano, hombre inteligente y capaz pero conflictivo. Su pastorado lleno de incidentes desagradables con propios y extraños, estando siempre escaso de dinero lo que le sumió en aprietos constantes. Su esposa siempre débil y enfermiza añadiría nuevas complicaciones. Sin embargo durante su estancia en Sevilla Cañellas publicó por poco tiempo un periódico titulado
“Luz y Verdad”, siendo trasladado a Salamanca donde abandonó la iglesia.
El 18 de octubre de 1883, procedente de Madrid, llegó a Sevilla, Valentín Baquero y Álvarez, para hacerse cargo de la iglesia de la Ascensión. A su llegada la Ascensión contaba con 53 miembros inscritos de los que 39 eran miembros comulgantes. A los colegios de la Ascensión asistían unas 60 niñas y otros 60 niños. El trabajo de Baquero en la Ascensión era inmenso, llevando tres servicios semanales donde asistían unas 90 personas de promedio. Especial éxito tuvo Baquero como maestro de jóvenes y algunos niños de clases superiores. De esta obra, escribió el Pastor Baquero: "durante los últimos doce meses 200 niños han pasado por nuestras escuelas. Tenemos un promedio de cincuenta que trabajan duro para beneficiarse de los privilegios educativos ofrecidos. Muchos sólo están seis u ocho meses y son llevados lejos a talleres, o en los campos de trabajo. Sin embargo, no olvidarán pronto el Catecismo y la instrucción recibida en las clases de Biblia y en la escuela dominical. La buena semilla sembrada y regada con oración sin duda dará frutos en la forma y tiempo de Dios."
Baquero había sido religioso escolapio como Cabrera y al pasar por la iglesia de la calle Madera de Madrid se sorprendió de sus cultos y predicaciones, interesándose desde entonces en la Biblia la que estudió por varios años, hasta que se separó de su Orden y de la iglesia de Roma. Fue profesor de primera y segunda enseñanza en la capilla de la calle Leganitos que regentaba Juan Jamenson. En 1880 Cabrera lo recibiría en la Iglesia Española Reformada. Hombre organizador, estando ya en Sevilla hizo lo posible por quitar los defectos congregacionales existentes e instar a cumplir los deberes cristianos, y especialmente involucró a sus miembros en la evangelización y evitar abusos y escándalos. Era muy escrupuloso con el orden y ritual en el culto que cuando llegó a Sevilla, dice: “Nadie me seguís ni acompañaba en la Liturgia o de un modo tan desordenado que más parecía un circo de grillos que un culto a Dios”
No faltaron los problemas a Baquero en esta congregación y en las escuelas, ya por falta de fidelidad de los colaboradres como de la iglesia en lengua inglesa que ocupaba parte del edificio y estaba unida con la española pero terminó por separarse. Ni tampoco con los habituales atropellos que sufría la Ascensión al ser obligados a cerrar las puertas al pasar una procesión de los jesuitas en 1899 según aparecía en los noticiarios “El País” “El Baluarte” y “El noticiero sevillano”. Aunque Baquero alegó el amparo de la Constitución, el Gobernador insistió en que se cerraba. Aparecieron protestas en “El País” firmadas por José Marcial Dorado y su padre José Marcial Palacios representante de la Sociedad Bíblica, el director de “El Baluarte”, varias personalidades y algún conocido republicano, también aparecían Francisco Palomares y Valentín Baquero. Tanto “El Baluarte” como “El Porvenir” insistieron por varios días que en aquel atropello las autoridades habían colaborado a que mil quinietas voces gritaran “¡Viva el Papa Rey!”
Un detalle de la personalidad de Baquero es que el 26 de septiembre de 1903 dos días antes de morir este, su esposa Manuel Rebolledo hizo la donación a la iglesia de la Ascensión del órgano de su propiedad. Fallecido Baquero fue sustituido por otro ex sacerdote católico procedente de la iglesia el Redentor de Madrid,
Antonio Pérez Murillas que permaneció como pastor hasta 1907. En esta fecha la Ascensión se fusiona con la de San Basilio y la iglesia resultante se llamaría de San Basilio. El objetivo era que los recursos dedicados a la Ascensión se pusiesen en otros lugares donde no había iglesias. Antonio Pérez Murillas embarcaría para Buenos Aires por asuntos familiares y seguir trabajando en la obra misionera. Volvería a España de vaciones y por razones de saluz de su esposa estableciéndose en Málaga donde fallecería antes de volver a Buenos Aires el 12 de octubre de 1913. Su entierro sería en el cementerio civil ante una concurrida comitiva.
La iglesia de Osuna (Sevilla)
La iglesia de Osuna tiene sus raíces en la predicación y distribución de literatura del joven hebreo convertido y natural de Túnez,
Marcos Botbol. Botbol representaría a la iglesia de Osuna en el Sínodo de 1894. Alrededor de la iglesia de San Basilio y la personalidad de Palomares surgen muchos nombres implicados en la proclamación del Evangelio en Osuna tales como
Enrique de Luis y Luis Iglesias. Cuando se arrienda una casa en Osuna se formará un grupo más amplio bajo el pastorado del ex sacerdote José Joaquín Rial, procedente de Monistrol del que ya hemos dado algunos datos en la sección “Los ex clérigos católico-romanos”. La iglesia pagaría una merma considerable de miembros al tener que emigrar por causa del hambre tras una crisis agraria aguda. También la muerte de
José Joaquín Rial en 1903 ayudó a desmembración a pesar de que pronto fue sustituido por Cañellas. Ayudó también a su mengua la incautación por parte del Juez de todos los haberes de la Misión que fueron entregados a los herederos de Rial.
El Instituto Teológico para la preparación al ministerio pastoral
En 1876 se fundó un Instituto para jóvenes en Sevilla con una clase sobre la Biblia y una reunión de oración. Uno de sus primeros profesores sería el ex sacerdote Luis Fernández Chacón.De esta sencilla instrucción salieron jóvenes entregados a la evangelización y comenzaron a dirigir reuniones cuando se celebraban en el campo o en las casas. De ese Instituto salieron candidatos al ministerio, tan necesario en tiempos de libertad para establecer la Reforma en España y despejar los temores de que la monarquía borbónica en 1875 no recortaría la libertad religiosa concedida en 1869. Lo cierto es que en enero de 1875 estos temores parecían disiparse ante la declaración de que “la libertad religiosa tal como existe en la actualidad no debe ser limitada”. Sin embargo, contradiciendo estas declaraciones, el nuevo Gobierno en uno de sus primeros actos, fue suprimir la revista
“La Luz” órgano de comunicación de la Iglesia Española Reformada, aunque esta revista hubiese evitado cuidadosamente el tema político para no entrar en el debate ultramontano.
Las fechas de constitución de este Instituto no coinciden entre los autores que tratan el tema. Para unos es la fecha de 1873, aunque la mayoría están de acuerdo que cuando se traslada el Instituto al Puerto de Santa María (Cádiz) es en 1880 y con el nombre de
Instituto Evangélico de Teología sería en 1884 permaneciendo hasta 1919. El Instituto pasó por diversas vicisitudes hasta que se traslada a Madrid en 1919 tomando el nombre de
Seminario Evangélico Unido de Teología permaneciendo hasta la guerra civil 1936-1939.
Contó con destacados profesores como Jorge y Teodoro Fliedner, Juan Bautista Cabrera, Carlos, Elías y Adolfo Araujo, y Manuel Gutiérrez Marín. Durante este tiempo SEUT se hallaba regido directamente por la IEE. Como Instituto Evangélico de Teología, noviciado, 3. Madrid. Iglesia del Salvador, edificio en que actualmente y de un modo provisional, se halla instalado este Instituto que durante treinta y siete años funcionó en el Puerto de Santa María, Cádiz.
Entre los primeros alumnos estaría
José Marqués, colportor, pastor y maestro. Al lado de Armstrong en Madrid y después en Sevilla por 1869 se forma en el primer Instituto Teológico Protestante bajo la dirección de la Iglesia Libre de Escocia representada por el pastor John Sutherland y con otros profesores como Juan B. Cabrera o el profesor
Robertson Smith colaborador de la Enciclopedia Británica.
En el curso de 1927 que terminó en junio se habían formado 12 alumnos y se pensaba ampliar las plazas. Uno de los primeros alumnos del Instituto en Puerto de Santa María fue
Emilio Carreño del Toro (1850-1921). Según Gabino Fernández “En Sevilla, su ciudad natal, hizo sus primeros estudios hasta el Bachillerato. Y allí también se convirtió al Evangelio. Y pronto enseñó en la Escuela Evangélicas de Cádiz, Jerez y Puerto de Santa María. Y al trasladarse a ésta última ciudad el Seminario Teológico que había iniciado Juan Bautista Cabrera en Sevilla, fue el primero que se matriculó. Hogaño, este centro de formación bíblica-teológica, que siempre contó con la dirección de la IEE y la IERE, después de trasladarse a Madrid y luego a Barcelona; forma parte de la Facultad Protestante de Teología que, con el desarrollo de los Acuerdos de la Ferede con el Estado, acaba de nacer”. Emilio Carreño del Toro también perteneció a la masonería como pastor de la IEE en la Logia Espíritu Práctico nº 345 de Sevilla
Otro estudiante del Instituto de Puerto de Santa María y relacionado con Sevilla, fue
Joaquín Mezo y Pedraza. Dice Serrano que fue un hombre de fe sencilla y gozosa, instruido y formado, habiendo realizado trabajos educacionales y ministeriales en diversos lugares. Mezo había sido educado en el Colegio “El Porvenir” de Madrid y en el Instituto Teológico de Puerto de Santa María. En Sevilla pastoreó Mezo la iglesia de San Basilio durante ocho años, habiendo pastoreado antes en Madrid en la iglesia de la Santísima Trinidad. También, una vez terminados los estudios en el Instituto Teológico, se fue a Córdoba y en 1911 sería reclamado como maestro en la escuela de calle Beneficencia en Madrid.
Entre los que fueron comisionados para entregar al Jefe de Gobierno don Antonio Maura, las conclusiones del I Congreso Evangélico Español, estaba Joaquín Mezo, que junto al presidente el Revdo. Fernando Cabrera, don Carlos Araujo, don Adolfo Araujo y don José Rodríguez, conversaron con el señor Maura quien prometió estudiar el escrito. En 1922 fue ordenado presbítero Joaquín Mezo por el Obispo doctor Ingham, de Irlanda. En 1933 Joaquín Mezo pastoreaba la iglesia de San Basilio en Sevilla cuando el 13 de enero fallecería a la edad de 47 años.
Uno de los profesores más constantes y eruditos del Instituto Teológico fue el misionero sefardí
José Viliesid Seby. Nacido en Salónica (Grecia) en 1845 fallecería en Bognor, (Inglaterra) en 1917. Hijo del rabino, Mercado Viliesid, convertido a la fe evangélica y descendiente de judíos expulsados de España, regresó a Sefarad en febrero de 1869. Desde muy pequeño se educó en Inglaterra en un colegio especial para hijos de misioneros con la intención de volver a su lugar de origen y continuar la labor de su padre, pero la situación política en España era difícil hasta la revolución de la Gloriosa. Ese mismo año viaja a Edimburgo donde es ordenado, regresando poco después para contraer matrimonio en Gibraltar con Raquel Ben-Oliel (Orán, 1846-Jerez, 24 de octubre de 1905), hija del médico personal del Sultán de Marruecos y descendiente de judíos sefardíes refugiados en Orán.
El matrimonio se instala en Cádiz en 1870 como misioneros de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, dando origen con sus trabajos a varias congregaciones en la zona. En 1871 se trasladan a Jerez de la Frontera donde tendrán varios lugares de predicación, entre ellos la capilla de las Angustias, una iglesia católica desamortizada por los revolucionarios jerezanos. En 1872 sería construida una iglesia con dos aulas para la enseñanza de niños y niñas de la comunidad, con los fondos conseguidos por la Iglesia Presbiteriana de Escocia. El estilo era neogótico y se construyó con la dirección del arquitecto Manuel García del Álamo, manteniéndose aún el edificio en la calle Argüelles. El acto de inauguración fue el 3 de julio de 1874
Desde Jerez, José Viliesid, colaboró en la enseñanza del Instituto Teológico de Puerto de Santa María y hasta dibujó mapas para el estudio del Nuevo Testamento. Su mujer, que le daría varios hijos e hijas, fallecería en Jerez el 24 de octubre de 1905. También desarrolló, Viliesid, su trabajo en Sanlucar y San Fernando, aplicando sus conocimientos de homeópata entre los necesitados, alcanzando la jubilación en 1906, año en que se instala en Madrid y más tarde en Inglaterra donde fallece el 2 de agosto de 1917.
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i Contra vientos y mareas. Francisco Serrano Álvarez. Editorial Clie, 2000 Pág. 324
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