Juan Bautista Vilar dice en su reconocido libro Intolerancia y libertad en la España Contemporánea: Los orígenes del protestantismo(pág., 379), que en 1864 Mora “murió en el seno de la iglesia católica, que no parece que abandonase nunca formalmente”. Sin embargo la Sociedad Religiosa de Tratados (Edimburgo, Escocia), escribe sobre él: "Distinguido expatriado protestante español residente en Londres. Célebre poeta cuya poesía hímnica se basa en los modelos de W. Cowper, A. Watts, J. Newton, J. Addison, J. Montgomery y otros”.
Mar Vilar al menos lo considera destacado heterodoxo en este contexto: “Según la autora, este filólogo y helenista que fue Juan Calderón- hoy apenas recordado- “ es probablemente con José María Blanco White y José Joaquín de Mora, el más destacable de cuantos heterodoxos vivieron en la emigración en la primera mitad del siglo XIX”.
Otro párrafo más esclarecedor de Mar Vilar sobre la heterodoxia protestante es el siguiente: “La heterodoxia de José Joaquín de Mora, manifiesta en su pensamiento y andadura vital, en particular por sus estrechas relaciones con las asociaciones británicas y norteamericanas bíblicas y de evangelización, incluso después de su regreso a España, ha sido hasta el momento temática soslayada. Sin embargo es evidente en sus traducciones, obras de controversia, poesía de la emigración y otros escritos, aparte ser uno de los más destacables himnólogos en lengua castellana del protestantismo de todos los tiempos, faceta ésta de su obra, poco conocida dentro de España”
[i].
Aunque hubo varios himnarios publicados en español publicado en Nueva York en 1848,
Himnos para el uso de las congregaciones españoles de la iglesia cristiana por W.H.Rule o
Himnos y canciones espirituales de Londres 1857, los himnos más estimados son los de
“Canticos espirituales” recogidos por Juan Bautista Cabrera que recopilaba composiciones originales, adaptaciones y traducciones de José Joaquín de Mora
y Mateo Cosidó de alto valor poético.
La relación con
Rudolf Ackermann, editor y difusor del ideario liberal le pondría en contacto con la mayoría de las personalidades del momento. Esta ideología queda plasmada en sus
Catecismos que son obras pedagógicas destinadas a despertar pueblos, quitando las mitologías que los hacen vulnerables. El sentido de
Catecismo no tiene significación religiosa, pero cada uno de los catecismos, hechos de preguntas y respuestas, está hecho para oponer una enseñanza a otra. La enseñanza del cura maestro es reemplazada por el nuevo tutor, el catecismo laico. Como dice Ernesto Romano
[ii] son los
Catecismos, sin duda teológicos y veladamente masónicos. Añade Romano,“José Blanco White, cabeza de los exiliados españoles, define los catecismos como el modo más eficaz de ilustrar a los pueblos americanos; y a su periódico Museo Universal de Ciencias y Arte dirigido por el gaditano Mora, como el guía de los pueblos sometidos al pupilaje español”. El mismo
Bernardino Rivadavia, presidente de la Argentina en 1826, no solo importó los catecismos sino que contrató al mismo Mora.
Rivadavia también realizó una reforma religiosa, donde pasaron a manos de la provincia muchos de los bienes de la iglesia y se disolvieron muchas órdenes religiosas, lo que llevó a muchos católicos a unirse a las conspiraciones. Además dentro de ese espíritu liberalRivadavia toleró la disidencia, siempre que se mostrara moderada y que no viniera de sectoresclericales. Admitió asimismo la libertades de expresión y de prensa. ¿Cuánto aportó Mora a estos procesos educativos y reformistas? No lo sabemos en su amplitud, pero sospechamos que tanto Blanco White como Mora tuvieron mucho que ver.
Mora siempre se mostró un fervoroso discípulo de Blanco White según lo expresaba en la
Crónica mostrando el mérito y los grandes servicios a los hispanoamericanos. Decía: “El sabio y elocuente Blanco White, primer escritor europeo que tomó la pluma en defensa de la emancipación americana, y a quien esta parte del mundo debe quizás mas gratitud por los consejos que le ha dirigido, que por la constancia y talento con que ha sostenido sus derechos, escribía en el número 39, fecha 16 de junio de 1827, no satisfecho con haber alzado en su
Español un monumento admirable a las libertades del nuevo mundo, ha continuado ilustrándolo con las interesantes columnas de su
Mensajero; y por último, en la traducción, que tenemos a la vista de la obra de Mr. Cottu, titulada:
De la Administración de la Justicia Criminal en Inglaterra y del Espíritu del Sistema Gubernativo Inglés, le ofrece los medios de satisfacer una de sus mas urgentes e imperiosas necesidades».
Es muy probable que su consolidación religiosa se concretase más a partir del desencanto del liberalismo político. Decía Mora: “Estoy tan harto de lo que se llama principios, -escribía desde la Paz en 4 de mayo de 1835 al plenipotenciario del Perú en Bolivia, don Pedro Antonio de la Torre-; he visto cometer tantos crímenes con los principios en la boca; la secta liberal me ha escandalizado de tal modo, y odio tanto la hipocresía, que no puedo todavía resolverme a execrar las líneas rectas, ni las resoluciones firmes”
[iii].
En su biografía[iv] se hace constar que Mora en sus Leyendas españolas ha llegado a la madurez poética y prosística y en la que predominan dos corrientes ideológicas: una anti eclesiástica y la otra antimonárquica. El autor considera que la lectura de los filósofos del siglo XVIII y el trato con los protestantes de Londres impulsaban a Mora ser anticlerical y por otra parte la oposición de Fernando VII y su permanencia en la repúblicas americanas le lanzaban a ser antimonárquico.
Algunos detalles de su sospechoso anticlericalismo pueden verse en estos versos:
Una vez me enviaron ciertas monjas
cuatro tarros de dulce i diez toronjas,
porque hiciese un soneto a la vicaria.
Neguéme, cual debía, a la plegaria;
i ellas, a quienes nada hai que resista,
me trataron de hereje i de ateísta.
“A juzgar por las referencias en sus obras, Mora fue creyente y en la leyenda
«Don Policarpo» consideró la Religión como «raudal puro y sublime, / de donde mana en perennal corriente / solaz al corazón, luz a la mente» (XLI, 329) aunque el mayor enemigo de la Religión era aquel clero fanático que aterrorizó a los españoles con la Inquisición y trató de impedir que se relacionaran con el resto de Europa”
[v].
En cuanto al concepto que Mora tiene de religión parece ser el Bentham, al que considera su maestro desde los primeros tiempos. Bentham negaba que la religión natural construyese un concepto de Dios por analogía con los soberanos de la tierra y defendía la “religión revelada”. Según Mora en su discurso en 1821 en el Ateneo Español de Sevilla, también la religión tiene su templo en el corazón y su esfera en nuestros sentimientos íntimos. Al salir de este circulo se necesita, por desgracia de la humanidad, el peso de lo que es positivo, real, sensible y aun exactivo y violento. Por esto la fuerza de la sociedad entera se desploma, digámoslo así, contra el individuo que la ultraja; por esto hay gobierno y policía, y poderes y castigos; y todos estos elementos y probabilidades unidos con los que emanan de nuestras sensaciones, deben entrar como partes integrantes en la ciencia a que vamos a aplicarnos”
[vi].
A finales de 1854 Thomas Parker, evangelista británico, decide publicar El Alba, seguidora de las revistas de Juan Calderón El Libre examen y Catolicismo neto, “se puso en contacto con el también protestante español emigrado en Londres, don José de Mora, hombre de vastos conocimientos y no escaso talento, acordando ambos afrontar la empresa”[vii]. Así pues Mora es considerado protestante español por estas fechas según lo anota Peddie, recogido de un reportaje de la Sociedad para la evangelización de España en Edimburgo.
[i]El nacimiento de la Prensa Protestante en Lengua Española El Dr. Juan Calderón y sus revistas londinenses "Catolicismo Neto" y "El Examen Libre" (1849-1854) Mar VILAR Universidad de Murcia
[ii]Sarmiento y los Catecismos de AckermannPor Ernesto Romano 2008Proyecto Gutenberg – Ambas Américas
[iii]Don José Joaquín De Mora. Apuntes Biográficos. Miguel Luis Amunátegui. Imprenta Nacional. Santiago de Chile 1888. Pág. 307
[iv]O.C.
Apuntes biográficos pág. 330
[v]José Joaquín de Mora ante la España de su tiempo Salvador García Castañeda
[vi]Discurso inaugural que pronunció en el Ateneo Español D. José Joaquín de Mora, al abrir un curso de derecho natural el día 7 de marzo de 1821. Sevilla 1843
[vii]"
El Alba", una revista británica protestante para su difusión en España (1854-1862) JUAN BTA. VILAR Universidad de Murcia
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