A Lenny Kravitz le han llamado muchas cosas en la vida. Algunos le ven como un fraude, un camaleón y un impostor. Otros ven su música como un pastiche gratuito y pretencioso. Aunque siempre hay quien le alaba por su diversidad, sus letras positivas e inquebrantable habilidad para romper estereotipos. Pocos le ven como un músico brillante, pero si hay un nombre que ha llevado siempre con orgullo es el de cristiano, a pesar de que muchos hablen de sus relaciones, influencias musicales, la moda o la política. A él le importa tanto su fe, que lleva un tatuaje en la espalda, que dice: “Mi corazón pertenece a Jesucristo”…
ENTRE LA CRUZ Y LA ESTRELLA DE DAVID
El músico neoyorquino nació en 1964 de una unión poco habitual en aquella época, ya que sus padres formaron un matrimonio interracial e interreligioso entre un judío ruso llamado Sy Kravitz y una mujer cristiana negra, Roxie Roker, criada en una estricta familia caribeña. Su padre era un productor de la televisión, que trabajaba en los informativos de la NBC. Y su madre era una joven actriz, que se hizo famosa cuando Lenny tenía diez años, por su papel de Helen Willis en
Los Jeffersons, la mujer negra que se casó con un blanco en los orígenes de la nación americana.
Cuando le preguntan por qué lleva una cruz y una estrella de David, dice que representan las dos caras de su herencia familiar: “Pero yo sigo las enseñanzas de Cristo –dice Kravitz-, que obviamente era judío”. En una entrevista con la revista
Interview explica: “Yo celebraba la Pascua cristiana y la judía, Navidad y
Hanukkah, fui a una escuela hebrea, donde todos los niños me miraban, como si yo fuera el primer niño negro que hubiera ido a un colegio judío”…
Le gustaba la música afroamericana de estrellas del
jazz como Duke Ellington o Ella Fitzgerald, pero sus ídolos de adolescencia fueron Stevie Wonder y los Jackson 5. Luego se apasiona por los Beatles, pero encuentra finalmente su modelo a principios de los ochenta en ese enigmático artista llamado Prince. Como él, tiene sus raíces en la música de los sesenta y setenta. Adora a Led Zeppelin y Jimi Hendrix. Su estilo es claramente
retro. El problema es que si para otros artistas, ésto es una razón más para admirarles, en el caso de Kravitz es una inmensa losa, que hace que siempre le vean como un mero imitador de otros, carente de toda personalidad y originalidad.
CUANDO GOBIERNA EL AMOR
Cuando en 1979, abandona a los 15 años el hogar de sus padres, Kravitz continúa estudiando en la escuela secundaria, a pesar de vivir en casas de amigos. No tarda sin embargo en querer ser una
estrella de rock. Su sueño es emular a Prince. Se estira el pelo, lleva lentillas azules y viste con ese estilo bohemio de camisas y largos abrigos, propios de un bucanero. Su vida cambia sin embargo al conocer a Lisa Bonet, la preciosa actriz afroamericana que hacía de Denise en la famosa comedia familiar que tenía Bill Cosby en la televisión. Empiezan a vivir juntos y se casan, mudándose a Las Vegas en 1987.
Los padres de Kravitz se divorciaron poco antes de su matrimonio, pero parecen formar una pareja estable, teniendo una hija llamada Zoe. Lisa es entonces mucho más conocida que Lenny, que no logra hacerse un lugar en el mundo de la música. A los productores les parece extraño que un negro haga
rock´n´roll; pero cuando hace música negra, les suena con una sensibilidad demasiado blanca. Su primer disco lo acaba pagando su padre, aunque luego le abra la puerta a la compañía
Virgin. Let Love Rule (¡Qué mande el amor!) muestra ya su visión idealista de los años sesenta, con un “
amor suave como una rosa / que puede conquistar cualquier guerra”...
Las críticas son despiadadas. El temido Anthony DeCurtis escribe en
Rolling Stone, “cómo empujado a la auto-destrucción, Kravitz corteja el desastre artístico, evocando continuamente a aquellos que son mejores que él”… No obstante muchos se sorprenden por la espiritualidad de alguien que dice “estar conectado con Dios diariamente”. Su canción
Glory, Glory For The Day He Came (Gloria, Gloria, por el día que vino) parafrasea el
Padre Nuestro. Y en
Manos Vacías se enfrenta a la Cruz de
Aquel que vino a luchar una batalla / Sin armas, ni dinero / Con las manos vacías…
CONTRADICCIONES
El pensamiento de Kravitz resulta sin embargo algo confuso. Por un lado, parece que la salvación cristiana es el camino para la paz. Ya que en
Rosemary llama a “
mantener la fe en tu alma”, anunciando que “
tu corazón se puede hacer de oro / todo lo que necesitas es a Cristo para recibirlo”. Y luego por otra parte, como
Hijo de las Flores, nos dice que “la meditación es la clave”. Predica la tolerancia religiosa con
Temor, y opina que “la búsqueda de Dios de los musulmanes es la misma” que los cristianos, ya que “también son humanos”…
Ésto no sería nada, si no empezarán a surgir además rumores sobre su infidelidad matrimonial. Su amiga cantante Nenah Cherry, así lo declara en una canción. La colaboración de Kravitz con Madonna resulta incluso en un polémico video, prohibido en televisión por la
MTV por su carácter provocador… Es en esa confusión que hace su segundo álbum,
Mamá dijo, inspirado por la música de los setenta. En muchas canciones Lenny se siente culpable por la separación de su mujer, que le abandona en 1990 por sus continuas infidelidades…
Las críticas vuelven a ser feroces. Le “falta frescura y distinción”, según
Rolling Stone. Para variar, DeCurtis muestra algo más de indulgencia con su tercer álbum,
Are You Gonna Go My Way, donde dice que “empieza a encontrar su voz”. La canción que da título al disco, se convierte en su primer éxito. Acompañado de un contagioso
riff de guitarra, Kravitz canta: “
Nací hace tiempo / Soy el escogido, el único / He venido a salvar / Y no desistiré hasta que lo haya hecho”. ¿Habla de sí mismo como un mesías?, ¿o es una metáfora de su fe en Cristo? Ocurre a menudo, incluso en una misma canción, que su mensaje resulta claramente contradictorio…
SEXUALIDAD Y ESPIRITUALIDAD
Un tema como Believe (Cree) habla de la relación con Dios como la respuesta a la falta de libertad del mundo y el individuo. Escribe: “
El Hijo de Dios está frente a nosotros / ofreciéndonos gracia eterna”. Llama a creer en Dios, pero al mismo a tiempo a creer en nosotros mismos. Lenny dijo que la canción está inspirada por la filosofía de su abuelo, que le enseñó “que todo lo que puedas pensar con tu mente, lo puedes conseguir, es verdad”. Una clara declaración de pensamiento positivo, pero no de fe cristiana. Aunque está claro que necesita la verdad y necesita a Dios, como canta en
Come On And Love Me.
Kravitz, como muchos músicos afroamericanos, no tienen vergüenza de unir su sexualidad a declaraciones de fe, como las de Circus. Su cuarto álbum es una extraña mezcla de alabanza, erotismo y comentario social. Lo escribe en medio del cáncer de su madre y el cansancio de las giras, evocando la música de Led Zeppelin en “un disco oscuro, no en el sentido de malo, sino de la oscuridad con la que clama a Dios”, dice Lenny. Repite la frase “
Dios es Amor”, pero “
en medio de todas tus pruebas y tribulaciones / haciéndote pasar por todas las situaciones”. Confiesa que “
estaba desnudo y perdido / pero Tú estabas allí y ahora he nacido de nuevo / Eres la fe y la fortaleza / de mi vida hoy” (In My Life Today). La canción
Resurrection anuncia incluso la victoria de Cristo frente a la muerte y su segunda venida.
Lo extraño es que todo esto va acompañado de una imagen en la que aparece desnudo en cinco de las once fotos que aparecen en la portada, hay referencias sexuales continuas y un estilo claramente provocador. Nadie duda que la Biblia celebra la sexualidad, como hace
El Cantar de los Cantares. El sexo forma parte de la vida que llena su quinto álbum,
5, donde
“Dios está siempre”, ya que “es lo más importante para mí”, dice Kravitz, pero parece fuera de control... En su sexto disco hace un autorretrato llamado
Lenny, que le muestra buscando la paz interior. Nos habla de sus demonios y tentaciones. “
La sangre de Jesús corre por mis venas”, pero “
aunque Él tomó mi lugar / estoy de alguna manera destinado a caer”…
LA LUCHA DE KRAVITZ
Como el apóstol Pablo en
Romanos 7, Lenny sabe que sus deseos egoístas no le dejan hacer lo que es bueno.
“Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo; porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago” (vv. 18-19). Por eso clama:
“¡Miserable de mí!, ¿quién me librará de ese cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios por Jesucristo”. Kravitz espera el rescate de Dios, pero confía todavía demasiado en el hombre…
“Deja de ser un desastre / Y busca la luz, / que Dios está aquí contigo”, canta en su último álbum
. Su fe es honesta, pero como él mismo dice: “Ser religioso no significa nada en particular, se trata de relacionarse con Dios”. Es el Dios Creador del que habla la Biblia. Y para él, está claro que esa relación es sólo posible por medio de Jesucristo. Pero su espiritualidad parece a veces un misticismo vacío. Es en ese sentido más un buscador, que cualquier otra cosa. Aunque Agustín nos recuerda que si buscamos a Dios, es porque tal vez Él nos está ya buscando…
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