Si en la entrega anterior estudiamos la vida de dos frailes, en el presente artículo veremos la vida de cuatro castellanos que pertenecieron al Círculo.
JUAN DEL CASTILLO: LUTERANO BURGALÉS
Aunque ya hemos hecho un semblante de Castillo entre los alumbrados, hacemos esta referencia por su relación con los medios de Lovaina. Para Longhurst, en torno a 1530, hallamos varias personas que pertenecían a ambos grupos (alumbrados y erasmistas) y que (bien ellos o sus parientes) servían en la Casa Real: Juan de Valdés, María de Cazalla, Juan del Castillo, Miguel de Eguía y Bernardino Tovar(1).
En la documentación romana de comienzos del siglo XVI es normal encontrar noticias concernientes a mercaderes españoles asentados en Nápoles, en Florencia, en Génova y en otras ciudades italianas. Desde este punto de vista, resulta ejemplar el caso de Juan del Castillo cuya actividad se desarrollaba contemporáneamente en Florencia y en Roma(2); además, en la ciudad pontificia otros miembros de familia Castillo (Diego, Pedro, Francisco y Cristóbal) se dedicaban al comercio de paños y de lana. En 1535, Rafael del Castillo, en nombre de Gundisalvo de Jerez y de Cristóbal del Castillo, nombró a Miguel y Pedro de Lerma, mercaderes de Burgos residentes en Florencia, sus legítimos procuradores. Sobre el volumen de negocios de Miguel y Pedro de Lerma, H. Casadoalonso, «El comercio internacional...»,pp. 217-21. Estas citas no hacen más que complicarnos la interpretación ya que no sabemos sin son homónimos o pertenecen a los datos de su vida. Sí estamos seguros de que existió otro lovaniense, pintor sevillano, con el mismo nombre.
DIEGO DEL CASTILLO
Mercader burgalés que aparece entre los primeros luteranos por 1529. En el proceso de Vergara se dice que estaba preso y según una Cédula de la Reina del 1535 su proceso se ventiló en Granada. “...me ha sydo fecha relación que por los Venerables Inquisidores contra la herética parvedad y apostasía en la ciudad y Reino de Granada, Diego del Castillo, de la ciudad de Burgos, fue reconciliado a nuestra sancta fee catholica por el dicho delito (luteranismo) y confiscados sus bienes a nuestra cámara e fisco”(Bataillon, 1995, pág. 479).
La Revista Española de Financiación y Contabilidad Vol. X n. 34, en el artículo “Contribución al estudio de la historiografía contable en España” cita a Diego del Castillo, mercader burgalés, como uno de los pilares para reconstruir la contabilidad del XVI, habiendo escrito un tratado jurídico con un capítulo a la rendición de cuentas. El libro se titulaba: “
Tratado de cuentas hecho por el licenciado Diego del Castillo..., natural de la cibdad de Molina; en el cual se contiene que cosa es cuenta y a quien y como han de dar cuenta los tutores y otros administradores de los bienes agenos. Burgos 1522” También aparece Diego del Castillo con otro libro:
“Las leyes de Toro glosadas. Burgos 1527”
DIEGO GRACIÁN DE ALDERETE
Varios burgaleses habían precedido a Francisco de Encinas en Lovaina, entre ellos Juan del Castillo matriculado en 1523 y del que Gracián de Aldrete se siente su discípulo. Bataillon dice que es posible que Castillo haya tenido a Gracián como discípulo en Lovaina por los años 1522-1524 y que haya regresado a Sevilla y Toledo, protegido por Manrique y que haya vuelto a Lovaina en 1528-1529, con otras idas y vueltas hasta desterrarse en 1531.
Este Diego Gracián de Alderete, otros autores lo hacen natural de Valladolid, nacido por 1510 y fallecido en 1600. Discípulo de Juan Luis Vives en Lovaina, fue traductor de Plutarco (1542) de Jenofonte y de Tucídides, e intérprete del emperador Carlos V. Tuvo varios hijos que fueron importantes humanistas y escritores, como Lucas Gracián Dantisco o Jerónimo Gracián, por ejemplo. También se relacionaría con Juan y Alfonso de Valdés, conservándose algunas cartas.
HERNÁN (FERNANDO) RUIZ DE VILLEGAS Y DE LA CADENA
También entre los inscritos en la Universidad de Lovaina por el año 1536, aparece Fernando Ruiz de Villegas, autor burgalés nacido por 1510 y fallecido en 1571. Bataillon nos dice que entre sus poesías hay algunas dedicadas a Erasmo y también a doña Mencía de Mendoza de la que ya hemos hablado.
Casado en 1552 con doña María Ana de Lerma, mantendría relaciones con Vives, Illescas, Juan Verzosa o el calvinista Budé. El libro titulado “
Tratado de Caballería a la gineta” y “
Tristia rerum” figuran entre sus obras. Viajaría por toda Europa en su juventud y es posible su militancia entre los reformados.
1) (J.E. Longhurst, ´Alumbrados, Erasmistas y Luteranos en el proceso de Juan de Vergara´, Cuadernos de Historia de España 27 (1958) 119 y 123). M. Serrano y Sanz, ´Juan de Vergara y la Inquisición de Toledo´, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos 5 (1901), 896-912; 6 (1902) 29-42 y 446-486
2) cfr. B. DINI, «Mercaderes españoles...», pp. 345-346
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