Existen muchos casos de luteranismo en años muy tempranos a las 95 tesis que cita John Longhrung. Entre ellos está el de Miguel Mezquita, un aragonés con cargos importantes en política, que en 1535 fue denunciado en Valencia con cargos de ser luterano. Según Miguel Mezquita no le importaba ser luterano” porque a los seguidores de Lutero los llamaron correctamente “evangelistas” porque predicaban el Evangelio Santo, mientras que los seguidores del Papa merecieron ser llamados “papistas”.
Pero además mantenía que no había ninguna base bíblica en la tradición papal o sucesión apostólica y que Cristo había dado esa autoridad a San Pedro y a ninguno otro. Resulta muy curioso que Bataillón llame a Mezquita “erasmista” que fue relajado para ser quemado el 28 de enero de 1536 cosa que no ha podido encontrar Longhrung puesto que Mezquita fue acusado de luterano por sus comentarios favorables a Lutero y no a Erasmo.
Pero retomando el tema del alumbradismo “dexado” o “recogido”, diremos que aunque para Longhrung no hay diferencia, si la hay para Melquiades y otros autores. “Los Recogidos proceden por aniquilación (es decir por conocimiento de sí mismos) seguimiento de Cristo y oración de recogimiento. Los alumbrados, por dejamiento al amor de Dios». Sigue también con otra explicación: «Ambos insisten en la interioridad…las obras externas no nos salvan. Pero para recogidos son medio de ir a Dios, para alumbrados, ataduras”.
Para Melquiades los recogidos, que no niegan las formas externas de la religiosidad, buscan el significado profundo de ellas para una personal unión con Dios. Aunque usan la oración mental no excluyen el carácter comunitario ni tampoco la oración vocal común.
La oración mental será una de las bases de la mística, cuyo objetivo es poner en el corazón humano el centro de la vida espiritual, no como una huida de la realidad mundana sino como experiencia vivida en un momento concreto. Para Santa Teresa la interioridad le hace experimentar una presencia de Dios clara y certera. Esta vía del recogimiento aparece con tres partes diferenciadas: conocimiento de la poquedad del ser o aniquilación, seguimiento del ejemplo de Cristo y la transformación por el amor de Dios en el alma. Esto se experimenta con el “recogimiento” de los sentidos y en esa paz se efectuará la unión del hombre con Dios. Será Francisco de Osuna con la publicación en 1527 de su
Tercer abecedario quien más influiría en este tipo de espiritualidad, siendo el principal representante del recogimiento.
Márquez dice que lo que distingue el alumbradismo castellano de las confesiones de la Reforma es su actitud mística. Pero Selke y Nieto no ven experiencia mística en los alumbrados “dexados” (Isabel de la Cruz, Alcaraz, Valdés), pues para ellos la experiencia religiosa se fundamentaba en dos pilares: ciencia y experiencia. Dice Nieto: “Los resultados de esta investigación histórica nos permiten la siguiente conclusión: Valdés no pudo ser influido por un misticismo que históricamente pertenece a la segunda mitad del siglo XVI. Existe sin embargo, la posibilidad histórica de que pudiera haber recibido influencias de la primera obra de Osuna, que, como sabemos, apareció apenas dos años antes de que Valdés publicara su primera obra. La cuestión debe ser decidida por el análisis teológico y a nuestro modo de ver no encontramos nada que sugiera dependencia de Valdés respecto de Osuna”.
Si quieres comentar o